Don Felipe llegó a las 11:55 horas al auditorio del parque tecnológico de Miramón, en cuyo exterior fue recibido por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma; el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano; la consejera vasca de Industria, Ana Aguirre, y la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero.

También esperaron al Príncipe el presidente del Real Instituto Elcano, Gustavo Suárez Pertierra, el de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el de Tecnalia, José María Echarri.

Tras saludar a las autoridades y a los periodistas que aguardaban en el exterior del edificio, adonde no acudió público, Don Felipe accedió al auditorio y asistió a la clausura de la jornada del Instituto Elcano, del que es presidente de honor.

En este acto, al que asistieron como oyentes dirigentes políticos como los presidentes del PNV, Josu Jon Imaz, del PSE/EE, Jesús Eguiguren, y del PP vasco, María San Gil, el jurista Antonio Garrigues pronunció una conferencia sobre las claves de la globalización.

Durante la mañana, la jornada transcurrió en dos sesiones, en la primera de las cuales investigadores del Instituto Elcano analizaron los retos de las empresas ante la globalización, mientras que en la segunda mesa redonda intervinieron representantes de empresas como el director de Tendencias Globales del Servicio de Estudios del BBVA, Joaquín Vial, el consejero delegado de CAF, Andrés Arizkorreta, y el director de Estudios de Iberdrola, Isaac Tabor.

Posteriormente, la jornada abordó su acto de clausura, al que se incorporó el Príncipe de Asturias, quien, sentado entre Paulino Luesma y Gustavo Suárez Pertierra, escuchó atentamente la conferencia de Antonio Garrigues.

El jurista alertó sobre la falta de preparación de España para afrontar el reto de la globalización, que se percibe en síntomas como la escasa capacitación idiomática de los jóvenes españoles o la falta de atención de las empresas e instituciones hacia lo que sucede en potencias emergentes como China o la India, déficit del que excluyó a la Corona, cuyos numerosos viajes a los países de Oriente alabó.

Garrigues abogó por avanzar hacia la "utopía" del Derecho Global Universal pese a la resistencia de potencias como EEUU, Francia, Gran Bretaña o China, y por mejorar "el nivel ético" para desterrar la corrupción política, que afecta, explicó, al desarrollo económico de muchos países.

Una vez finalizada la exposición de Garrigues, miembros del Orfeón Donostiarra ofrecieron un breve concierto con un variado repertorio que concluyó con el solemne "Agur Jaunak", seguido en pie por todos los asistentes.

Tras el acto formal, Don Felipe asistió a un cóctel en el que saludó a las autoridades y representantes de empresas y centros tecnológicas, además de departir de manera informal con los cantantes del Orfeón.

El Príncipe presidió posteriormente un almuerzo en el propio edificio central del Parque Tecnológico de Miramón, tras lo que partirá de nuevo hacia Madrid.