La sección, de 10 metros de alto y situada en la región autónoma de Mongolia Interior, quedó totalmente destruida y unos mil metros cuadrados de zona protegida a su alrededor también sufrieron graves daños el pasado octubre por el trabajo de las máquinas durante una semana completa.

"Esta sección de la Gran Muralla estaba construida con barro en lugar de con ladrillos y piedra, y era más propensa a la erosión o a las actividades humanas", explicó Wang Dashan, un experto regional en protección cultural.

La Gran Muralla fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987.

El Consejo de Estado hizo una regulación en septiembre del 2006 con la que prohibía el vandalismo en el monumento histórico, así como conducir o edificar en él.

El vicepresidente de la Asociación de la Gran Muralla de China, Dong Yaohui, asegura que "sólo una pequeña parte de la Muralla está protegida y cerca del 90 por ciento, sobre todo en las zonas lejanas, carece de la protección adecuada".