La juez Pilar de Lara, más conocida en Galicia por ser azote de políticos y la encargada de la investigación de la Operación Pokémon, se ha convertido en las últimas horas en tótem de los que luchan contra el maltrato animal después de emitir un auto pionero en el que dicta una orden de alejamiento a dos personas en Lugo para proteger a la perra a la que habrían tirado al vacío siete días antes.

El dictamen de la magistrada les impone a los dos imputados, Carmelo M.M. y Eva M.M., una orden de alejamiento de una distancia míninima de 500 metros respecto a Katalina, la perra de seis meses víctima de los malos tratos. De Lara, además, les impide aproximarse a la persona o personas que pudieran asumir la custodia del can así como la posibilidad de tener cualquier animal en su posesión, al menos mientras prosiga la instrucción del caso, informa El País.

Katalina, la víctima de este caso de maltrato animal en Galicia, tuvo que ser reingresada por orden judicial en el Hospital Veterinario Universitario Rof Codina de Lugo porque los que hasta ahora eran sus dueños se negaron a prestarle asistencia sanitaria y exigieron al centro hospitalario que le devolviesen al animal. La juez De Lara, entonces, ordenó que se operase a la perra. Gracias a la intervención de la magistrada, se le reconstruyeron los fémures rotos y la perra ha podido recuperarse de sus graves lesiones.

"Quien desprecia la vida hasta el punto de maltratar o abandonar a un animal, habitualmente también despliega su instinto agresivo contra una mujer, los hijos, menores, ancianos, vecinos u otros ciudadanos a los que considera inferiores", explica De Lara en su auto.

Incide en su escrito que "el creciente rechazo al maltrato animal, que ha ido calando con fuerza en la conciencia ciudadana, no se ve respaldado por un sistema legal que resulte operativo" y añade que "sorprende que, a estas alturas, no se hayan fomentado políticas dirigidas a hacer efectivo el derecho al bienestar de los animales, con la concienciación social ya desde la infancia para lograr reconocer que son seres capaces de sentir placer, miedo, dolor, ansiedad o estrés".

El auto de Pilar de Lara, titular del juzgado de Instrucción 1 de Lugo, cuenta con pocos precedentes en la justicia española, un aspecto que la propia magistrada señala en su escrito: "son muy escasas las sentencias condenatorias a pesar de la duplicación de las denuncias por maltrato animal".