Los niños, en ocasiones, pueden ser personas retraídas y de difícil acceso. Saber qué es lo que piensan en cada momento y conocer de lleno su personalidad es un trabajo laborioso y de mucho tiempo que, dependiendo de cómo sea el pequeño, puede llevar a un desconocimiento de sus necesidades. Sin embargo, cuando les dejas una hoja de papel en la que dibujar y pintar, pueden desvelar muchos de sus rasgos a través de sus creaciones. De ahí que psicólogos profesionales utilicen los dibujos de los más pequeños de la casa para ver si ocultan algún tipo de problema.

Esto no significa que los dibujos digan exactamente cómo es nuestro hijo, pero lo cierto es que se pueden ver algunos de los rasgos de personalidad más marcados. Así, el 'Test del árbol' se encarga de leer la personalidad de niños y niñas en función de cómo dibujan este elemento de la naturaleza. Una técnica que vienen utilizando los psicólogos desde hace tiempo y que no es infalible, pero sí reveladora. Según estos especialistas, "todo dibujo constituye un lenguaje de imágenes cuya finalidad última es comunicar".

¿Cómo interpretar el dibujo?

  • El tronco: según los psicólogos, el tronco del árbol representa a la propia persona. Así, su grosor o forma es reveladora a la hora de analizar el dibujo. Un tronco ancho y fuerte da a entender que el niño es emocionalmente fuerte, mientras que, si es demasiado ancho, puede dar a entender que el pequeño es autoritario o cuenta con una excesiva agresividad. En el caso contrario, significa que el niño no afronta bien los cambios y problemas emocionales. Por su parte, si el tronco tiene un mítico agujero en el centro, indica que puede que haya carencias afectivas o algún problema de violencia. Además, si es recto revela timidez y obstinación en las ideas, mientras que si es cóncavo denota tolerancia, que el niño es abierto y extrovertido. En cambio, si el tronco se curva a la derecha, es muestra de exigencia, y al lado contrario indica poca comunicación. Los psicólogos también se fijan en que el tronco no sea convexo. Este tronco es típico de niños muy vanidosos y soberbios.
  • La copa: este otro elemento hace referencia a la relación del pequeño con el mundo exterior. Una copa completamente redonda es propia de personas sin sentimientos de culpa ni remordimientos, también de sinceridad y transparencia y poco sentimiento de rencor. Por el contrario, si es redonda pero en bucle, es muestra de carisma y diplomacia. En este caso, si los trazos son muy suaves, el dibujo indica que es un niño con mucho autocontrol. Por otro lado, si los bucles están marcados y hay muchos colores dentro de la copa del árbol, se deja entrever que al pequeño le importa lo que los demás piensen de él. Si dentro de la copa se pueden encontrar detalles como manzanas, frutos... significa que quien lo ha realizado es muy perfeccionista y creativo. Si es muy grande, destaca la imaginación del niño. Si es exagerada se pasa al punto narcisista, y si es pequeña muestra timidez.
  • El suelo: la base del dibujo es una parte esencial del análisis psicológico del pequeño a través de este test, ya que deja entrever los miedos más ocultos de la persona que lo realiza. En el caso de que el árbol salga directamente del suelo, se detalla a un niño inseguro y dubitativo. Si está sobre una línea recta, es que acepta de buen grado las normas. Si se muestra una línea de horizonte lejana, el pequeño es más pasivo y ajeno a la realidad. El árbol sobre un suelo con varias líneas representa a un niño espontáneo e impulsivo. Si a su alrededor hay un suelo redondo, da muestra de independencia o vanidad. En el caso de que el árbol se aposente sobre un suelo en el que se ve hierba, significa que es el propio niño el que decide cuándo ser extrovertido y cuándo no. Si está sobre una montaña, es un pequeño que quiere ser el centro de atención.
  • Posición del árbol en el folio: en el centro indica una personalidad firme, fuerte y estable. Cuando el árbol está en una esquina y es más pequeño, es más típico de niños retraídos y con una personalidad más frágil.