La masa forestal española ocupa más de la mitad de la superficie del país y su papel "es clave" para cumplir los compromisos adquiridos en la Cumbre del Clima de París, según expertos consultados por Efe con motivo de la celebración hoy del Día Forestal Mundial.

Diana Colomina, coordinadora de Restauración Forestal de WWF España, ha recordado que desde la Cumbre de París "los bosques han ganado muchísimo protagonismo" como herramienta de lucha contra el cambio climático, al ser importantes sumideros de carbono. Según algunos estudios, fijan cada año más del 24 por ciento del total de emisiones de CO2 producidas en España, de ahí la importancia de "aumentar la superficie arbolada y mejorar la calidad de la existente", ha dicho.

En su opinión, una disminución de bosques por incendios recurrentes o un aumento severo de las temperaturas "tendría una fatal repercusión en términos de emisión de gases de efecto invernadero, reduciendo e incluso anulando la capacidad mitigadora de las masas forestales".

España ratificó el pasado 30 de noviembre el Acuerdo de París y con ello la disminución de gases de efecto invernadero para 2030 de un 26 por ciento en los sectores difusos -transporte, agricultura, residuos o edificación- y de un 43 en el industrial respecto a los niveles de 2005.

Para Isabel María Llorente, ingeniera forestal y cofundadora de Maderea, el Día Forestal Mundial "nos pone los pies en la tierra" y nos recuerda que los árboles "limpian el aire", porque son sumideros de carbono, algo tan necesario para reducir las emisiones de CO2. Ha lamentado que cada día "se abandonen más montes por la falta de gestión" y ha recordado que "si un monte es sostenible es gracias a la gestión ambiental, social y económica".

Según la Asociación Española para la Sostenibilidad Forestal (PEFC), los árboles pueden mejorar la vida de las ciudades, ya que su colocación estratégica es capaz de enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados.

La importancia de la madera

Y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recuerda que la madera proporciona una cantidad de energía mayor que la generada por el sol, el agua o el viento y constituye alrededor del 40 por ciento del suministro actual de energía renovable en el mundo.

Pero, según WWF, se han perdido dos tercios de los bosques del planeta en los últimos 10.000 años, una tendencia que persiste por las talas ilegales y su transformación para cultivos intensivos.

La organización ecologista recomienda hacer un buen inventario de los recursos forestales, de su biodiversidad y de sus implicaciones sociales para que las acciones en el monte no pongan en riesgo su futuro, "teniendo en cuenta las dimensiones ambiental, social y económica". Sin embargo, según Diana Colomina, "la gestión forestal responsable no es rentable en España, ni siquiera la no certificada, pues no existe un mercado para los productos extraídos del bosque, es muy marginal y los precios son muy bajos".

La masa forestal española asciende a 27,59 millones de hectáreas, de las que 18 millones son superficie arbolada, de ahí la importancia de impulsar "cuanto antes" el Consejo Forestal Nacional, ha asegurado el decano del Colegio de Ingenieros de Montes y portavoz de la plataforma Juntos por los Bosques, Eduardo Rojas.

A su juicio, es una forma institucional de negociar entre el sector y la administración, pero "debe aglutinar a todos los sectores con carácter eminentemente pactista, poner focos y luces en los temas más relevantes y evitar operaciones individualistas. En la misma línea, WWF considera "fundamental" la creación de órganos consultivos y la "participación pública de forma equitativa de todos los agentes interesados en los bosques desde la perspectiva ambiental, social y económica".

El papel de este organismo sería asistir al Gobierno en el desarrollo de una política forestal basada en la multifuncionalidad de los montes, el desarrollo sostenible, la cohesión territorial y ecológica y la participación pública. En el año 2000, se creó el Consejo Nacional de Bosques como órgano colegiado, consultivo y asesor que funcionó hasta 2007, en que se aprobó el Plan Forestal Español y la primera Ley de Montes, cuya reforma, en 2015, preveía la constitución de un nuevo Consejo Forestal Nacional, aún pendiente.