Una investigación concluye que se prevén incendios cada vez más peligrosos. El profesor David Bowman dirigió una colaboración internacional --incluyendo investigadores de la Universidad de Idaho y la Universidad Estatal de Dakota del Sur, en Estados Unidos-- para recopilar una base de datos mundial de satélites sobre la intensidad de 23 millones de incendios paisajísticos entre 2002 y 2013.

De los 23 millones de incendios, los investigadores analizaron 478 de los eventos más extremos. "Los eventos de fuego extremo son un fenómeno global y natural, particularmente en áreas boscosas que tienen estaciones secas pronunciadas -explica el profesor Bowman--. Con la excepción de la altura del suelo, la investigación encontró que los fuegos extremadamente intensos se asocian con tiempo anómalo, como sequías y vientos, o en regiones desérticas, después de temporadas particularmente húmedas".

Utilizando las proyecciones del modelo de cambio climático para investigar las probables consecuencias del cambio climático, la investigación encontró que se prevén más incendios extremos en la costa este de Australia, incluyendo Brisbane, y toda la región mediterránea: Portugal, España, Francia, Grecia y Turquía.

"Las proyecciones sugieren un aumento en los días propicios a los eventos de incendios extremos de un entre 20 y 50 por ciento en estos paisajes propensos a desastres, con incrementos más acusados en el hemisferio sur subtropical y la cuenca mediterránea europea", señala el profesor Bowman.

"No podemos evitar que grandes e intensos incendios se produzcan y están aumentando bajo el cambio climático, pero en el oeste de Estados Unidos podemos reducir el potencial de desastres causados por el fuego al reducir la densidad forestal y mejorar la mitigación y la preparación mediante el desarrollo de comunidades resilientes al fuego", propone este investigador, cuyo trabajo se detalla en un artículo publicado en 'Nature Ecology and Evolution'.