Aquellos pioneros iban vestidos de invierno, con gorros, abrigos, jerséis, calcetines, zapatos... pero en calzoncillos o bragas. Sí, en ropa interior. Acababa de nacer, The No Pants Subway Ride ("El paseo en el metro sin pantalones"), una ocurrencia del grupo cómico de arte callejero Improv Everywhere. Hoy el Día sin Pantalones en el Metro se ha convertido en un evento anual que se celebra en unas sesenta ciudades de veinticinco países, como Londres, Tokio, Madrid, Berlín o Moscú.

La acción se lleva a cabo de manera coordinada gracias a colaboradores internacionales, y el grupo que la inventó sirve de catalizador de sus misiones a través de su página de Facebook. En ella inventan sus travesuras o escenas en lugares públicos para suscitar caos, sorpresa, risas y alegría. Madrid, con 90 participantes en la última quedada, ya va por la séptima edición, y Barcelona y Valencia se han apuntado este año también a la convocatoria, que en 2016 se celebró el domingo 10 de enero. Los requisitos son pocos y claros: quitarse los pantalones o la falda, llevar ropa interior adecuada, lo que excluye tangas, slips ajustados, dibujos o frases inapropiadas en las prendas, no decir inconveniencias ni obscenidades y comportarse con naturalidad.

No han faltado algunos altercados en estos años. En 2006, en Nueva York participaron 150 personas, de las cuales ocho fueron esposadas por conducta inapropiada y alteración del orden público, aunque los cargos fueron retirados más tarde. En Moscú, el evento se ha celebrado por primera vez en 2016. Los participantes fueron investigados por la Policía por ofensas a la moral y atentar contra el orden público. La mayoría de la opinión pública considera que no se debería acusar a nadie, ya que el único objetivo de los organizadores y participantes es hacer reír a la gente y pasar un buen rato.