El laboratorio Clear Lab, encargado de analizar el genoma de los alimentos, ha realizado un estudio de las hamburguesas y los componentes de ésta. A pesar de que los datos arrojados en el informe pueden desatar alarmas, el laboratorio insiste en que el estudio es para informar tanto a consumidores como a la industria sobre lo que comemos.

El laboratorio ha analizado 258 muestras de carne picada, hamburguesas congeladas, vegetarianas y de cadenas de comida rápida de 79 marcas y 22 minoristas de Estados Unidos. Aunque en términos generales estos productos tienen lo que ofrecen en el empaque, los expertos se encontraron con alguna que otra sorpresa.

El 46% de las muestras tenían más calorías de las que aparecían en la etiqueta y el 49% más de carbohidratos, pero este no es el dato más grave. El problema está en que el 14% de las hamburguesas analizadas, incluyendo las vegetarianas, presentaron problemas de contaminación, higiene o inconsistencias en los ingredientes.

Los expertos descubrieron que un 7% de las hamburguesas contenían productos que no debían tener como carne de res o de cerdo en productos de pollo. También encontraron en las vegetarianas trazas de carne. Los ingredientes inesperados suponen un riesgo, pues cuando están presentes en un producto y no se informa de ello en la etiqueta, aumenta la posibilidad de crear "reacciones alérgicas adversas", apuntan los expertos.

Son los productos vegetarianos los que obtuvieron resultados más preocupantes, pues casi el 16% de las muestras no tenían todos los ingredientes que anunciaban en la etiqueta. En cuanto a la higiene, solo el 1,6 presentaron problemas. Los expertos detectaron ADN humano en un tipo de hamburguesa vegetariana congelada y de ratas en tres.

El informe aclara que esto no supone un riesgo para la salud. "Puede que muchos los consumidores no sepan que la regulación actual acepta cierta cantidad de ADN humana y de rata. Es muy probable que la cantidad que encontramos en nuestro estudio esté dentro de lo aceptado", añade.

"Siempre es inquietante encontrar patógenos, pero todavía más en productos vegetarianos, que son considerados como alimentos de bajo riesgo", escriben los expertos.