El primer día del proceso de admisión de alumnos para el curso próximo, el colegio Inmaculada-Jesuitas de Alicante ha decidido asumir directamente el coste de las dos aulas de niños de 4 años que ha suprimido la Conselleria de Educaciónpara que las familias continúen en el centro como si se mantuviera el concierto.

«Las madres y padres de Educación Infantil debéis estar tranquilos, vuestros hijos continúan en su colegio y en el mismo sistema concertado que hasta ahora, afirma en un comunicado la dirección del centro.

No obstante, solicitan por otra parte el apoyo de las familias «para hacer presión social» y se suman esta tarde a la concentración provincial convocada por la enseñanza concertada a las 19.00 horas en la plaza del Ayuntamiento de Alicante.

Colegios de Benidorm y Orihuela respaldan esta presión social y flotarán autobuses hacia Alicante «por el temor a supresiones venideras». El PP y Ciudadanos apoyan a su vez la concentración.

Las alegaciones que presentó Jesuitas por la continuidad del concierto, para pasar de un curso al siguiente, fueron desestimadas. Educación las rechazó por ser una enseñanza no obligatoria y haber plazas suficientes en otros centros públicos y concertados de la zona, pero el colegio anuncia la presentación de un «recurso de reposición para impugnar la resolución y que se revoque el acto administrativo porque es contrario a derecho», sostienen.

También animan a los padres a presentar quejas personalizadas al Síndic de Greuges en defensa de la elección de la educación de la enseñanza concertada, por entender que está «siendo acosada».

Las colas ante la secretaría del colegio Jesuitas volvieron a mostrar ayer, primer día de entrega de solicitudes para elegir el colegio del curso que viene, que este centro sigue estando entre los más demandados.

Batalla escolar

También ha favorecido el mayor interés de las familias por el centro público Manjón Cervantes el hecho de haber dejado atrás las aulas prefabricadas. El colegio confía en recuperar desde ya, y en los próximos años, la prácticamente mitad de la matrícula que perdió tras pasar siete cursos escolares en barracones.

Forzado por la suma de firmas conseguidas por la federación de padres Escuela y Familia, de centros católicos concertados, ayer se celebró un Consejo Escolar extraordinario para abordar la planificación escolar del curso próximo en lo que afecta a la supresión de aulas concertadas.

FSIE, USO y Concapa redactaron un comunicado que ni se votó ni respaldó el resto de los colectivos por no haber contado con él de antemano. Pedían que la matrícula siguiera abierta pese a la supresión de aulas hasta comprobar la demanda real pero hubo a su vez voces como la del STEPV que abogó por la supresión progresiva de conciertos».