Todos los que han pasado por la puerta del hospital Reina Sofía han podido verlo. Es un perro mezcla de pastor alemán y callejero, se llama Champi -diminutivo de Champion- y desde las nueve y media de la noche del miércoles hace guardia a las puertas del hospital. Paciente, espera que su dueño salga para que puedan irse juntos a casa.
El dueño, un hombre de 89 años, está ingresado por una infección de orina y se encuentra en el hospital acompañado por su hijo, Sergio. El perro fue con ellos hasta la misma puerta de urgencias y ha decidido que no se moverá de allí, no sin su dueño.
El perro entró en la familia hace 12 años cuando la madre se encontraba en estado terminal. Él fue una parte muy importante de la terapia y desde entonces es uno más de la familia.
Para Champi, la puerta del hospital es ya un lugar conocido. Una piedra en el riñón de su dueño hizo que durante cuatro días estuviera esperando.
La fidelidad es algo que Champi se toma muy en serio.
