El director del Museo Canario de Meteoritos, José García, afirmó que es "cuestión de tiempo y no de suerte" que un gran asteroide impacte con la tierra, por lo que consideró necesario "vigilar el cielo", ya que existen más de dos millones de estos cuerpos y su entrada en el planeta causaría "la extinción del ser humano". "´El Chelyabinsk´, caído en Rusia el 15 de febrero de 2013, entró sin previo aviso", recordó García para reforzar su advertencia en su conferencia ´Cometas y asteroides: mensajeros del espacio´.

Además, el director del Museo Canario de Meteoritos mostró a los asistentes una pequeña selección de sus reliquias, entre las que destacaban una muestra de una ´Shergotitta basáltica´ procedente de Marte (Dar al Gani 1037, encontrada en Libia en 1999), una brecha de anortosita, que es originaria de la Luna, y una condrita ordinaria de 1.483 gramos, un tipo de aerolito que es "más antiguo que el propio planeta". La importancia de estos hallazgos radica en que traen información de los orígenes del sistema solar "porque algunos no se han modificado nunca".

Para comenzar su conferencia, García explicó de forma clara y sencilla qué es un meteorito: "Un fragmento, roca o metal que procede del espacio y toca la tierra", es decir, "escombros" que vienen del espacio. Por tanto, no se deben confundir con los meteoros, que son fragmentos que solo se ven en el cielo y que no llegan a nuestro planeta. Respecto al resto de cuerpos menores, este experto en meteoritos recordó que "la cola" de los cometas solo aparece cuando se acercan al sol y comparó la composición de estos cuerpos celestes con una cebolla, "ya que están formados por capas de nieve". Son rocas de hielo, polvo mineral, materia orgánica, amoníaco y contiene también otros elementos químicos minoritarios. A diferencia de los meteoritos, son muy frágiles. "Si tuviéramos un cometa delante nuestra lo podríamos deshacer con tan solo pisarlo", apuntó García.

Respecto a los asteroides, su "punto débil", señaló que son cuerpos rocosos y/o metálicos con órbitas estables, pero fácilmente alterables y son "progenitores de los meteoritos primitivos". "El planeta ha sufrido cinco extinciones masivas por asteroides, ¡pero no quiero alarmar!", agregó García.

Para comprender el origen de estos "fascinantes escombros" el conferenciante explicó algunos de los grupos más característicos. Para comenzar, definió los sideritos, cuya 95% de su composición es de hierro, níquel y cobalto. De este tipo, destaca el meteorito Hoba, hallado en Namibia, porque es el más pesado localizado en la Tierra.

Los siderolitos, por su parte, están formados por rocas y metales y dentro de este grupo se encuentran los palasitos, "las joyas del sistema solar" y que han fascinado a los científicos desde que identificaron al primero hace más de 200 años. Estos meteoritos nacidos de colisiones galácticas contienen cristales translúcidos de color verde oliva. En el grupo de los aerolitos, cuya composición metálica es nula, destacan las condritas. Están formadas por cóndrulos, "una especie de bolitas", y son "más antiguos que la Tierra". No es de extrañar que García los calificase como "un tesoro".

Si las condritas son los más antiguas del planeta, las condritas carbonáceas son las "portadoras de la vida". Según el conferenciante, basta con 80 moléculas para resumir la vida en la Tierra. Las condritas carbonáceas tienen hasta 14.190 moléculas diferentes. "¿De verdad creen que no hay alguien allí fuera?", preguntó al público.