Los agujeros negros en realidad no tragan y destruyen la información física. En su lugar, la almacenan en un holograma de dos dimensiones fijado en sus bordes.

Esta es la idea propuesta por el venerado profesor de la Universidad de Cambridge Stephen Hawking, en un encuentro organizado por el KTH Royal Institute of Technology de Suecia.

Una de las preguntas más desconcertantes a las que se enfrentan los físicos es qué pasa con la información sobre el estado físico de las cosas que se tragan los agujeros negros. ¿Se destruyen, como nuestra comprensión de la relatividad general podría predecir? Si es así, eso violaría las leyes de la mecánica cuántica.

En la denominada conferencia Hawking Radiation, que reúne estos días a los 32 físicos más importentes del mundo, Hawking presentó su última idea sobre cómo resolver esta paradoja - es decir, cómo la información se conserva incluso si es absorbida por un agujero negro.

Todo en nuestro mundo está codificado con información mecánica cuántica; y de acuerdo con las leyes de la mecánica cuántica, esta información nunca debería desaparecer del todo, no importa lo que le suceda. Ni siquiera si se ve envuelta en un agujero negro.

La nueva idea de Hawking es que la información no desaparece dentro del agujero negro en absoluto. En su lugar, queda codificada de forma permanente en un holograma 2D en la superficie del horizonte de sucesos del agujero negro: el campo que lo rodea y que representa su punto de no retorno.

Tal como los entendemos, los agujeros negros son regiones del espacio-tiempo donde las estrellas, después de haber agotado su combustible, colapsan bajo su propia gravedad, creando un pozo sin fondo que se traga algo que se acerque demasiado. Ni siquiera la luz puede escapar de ellos, ya que su fuerza gravitacional es tan infinitamente poderosa.