Albert Einstein fue uno de los mayores genios de la Humanidad. El físico, nacido en lo que entonces era el Imperio Alemán (Ulm, 1979), murió un 18 de abril de 1955 en Princeton, en cuya Universidad daba clases tras exiliarse de su país en 1932 por el auge del nacionalsocialismo. Se cumplen, pues, 60 años de la muerte del científico más influyente del siglo XX. Además de la elaboración de la revolucionaria Teoría de la Relatividad y de su compromiso pacifista -pidió a Roosevelt que acelerase el desarrollo de la bomba atómica ante el avance nazi, aunque posteriormente se arrepintió-, existen una serie de curiosidades sobre su figura, especialmente en lo que concierne a su faceta privada, que son desconocidas para muchos.

1.- Fue un niño rechoncho y algo cabezón

Einstein nació en el seno de una familia judía. Su padre tuvo una próspera empresa dedicada a la instalación de agua y gas, lo que pudo influir en el interés del pequeño Einstein en la ciencia. Sin embargo, cuando vino al mundo, sus padres pensaron que tenía alguna malformación por la forma de la parte trasera de su cabeza, más pronunciada y abultada. También tuvo problemas de sobrepeso de niño y padeció de cierto retardo a la hora de hablar.

2.- Suspendió su primer examen de Selectividad

Einstein no logró aprobar a la primera las pruebas de acceso a la Escuela Politécnica Federal de Zurich en 1996. Obtuvo magníficos resultados en asignaturas de ciencias y matemáticas, pero sus pésimos resultados en Letras y Humanidades le hicieron suspender. Sin embargo, el responsable del centro suizo decidió aceptarlo en el centro ante sus prodigiosas condiciones para la investigación. Einstein también tuvo problemas para desenvolverse en el aprendizaje de idiomas.

3.- La foto de la lengua quiso ser una broma a los fotógrafos

El 14 de marzo de 1951, una gran cantidad de admiradores de Einstein se reunieron en la Universidad de Princeton para felicitar al profesor por su 72 cumpleaños. Einstein los saludó, pero estaba deseoso de marcharse a casa. Los fotógrafos no cesaban de hacerle fotos. El físico, con ánimo de incordiarlos un poco, les sacó la lengua mientras montaba en el coche que le llevaría de vuelta a casa. Arthur Hasse, reportero de la agencia UPI, captó una imagen que se convertiría en icónica y que, desde entonces, ha sido un símbolo de una pretendida vertiente divertida de la ciencia. El propio Einstein pidió a Hasse varias copias para su uso personal.

4- Su cerebro se sigue estudiando

A su muerte en 1955, causada por problemas del corazón, el médico forense que realizó la autopsia a Einstein recibió el permiso de sus familiares para conservar su cerebro. Lo dividió en múltiples partes que fueron entregadas a otros científicos para su estudio. En los diferentes análisis se comprobó la existencia de una concentración superior a la media de las denominadas células gliales en el área del cerebro que condensa y sintetiza la información.

5.- Amantes consentidas y un hijo no reconocido

Tras su divorcio de Mileva Maric, Einstein se casó con su prima, Elsa Lowenthal. Lo más curioso es que la hija de ésta también recibió una propuesta de matrimonio por parte del físico, y que fue rechazada. Durante su matrimonio con Lowenthal, los escarceos extramatrimoniales de Einstein fueron notorios, con al menos media docena de amantes en la vida privada del científico. Además, en 1902, Einstein tuvo un hijo, entonces no reconocido, con Maric, que era por aquella época su compañera de estudios.