El tercer lunes del año es el día más triste del año, según una fórmula que calcula las deudas acumuladas en Navidad, la motivación, el tiempo, la necesidad de tomar decisiones y otras variables.

Cliff Arnall, psicólogo de la Universidad de Cardiff, diseñó una fórmula para explicar su descubrimiento: 1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA. C es el factor climático. La D mayúscula representa las deudas adquiridas durante el período navideño. El pago de las tarjetas de crédito a final de mes se acerca de forma inexorable. Regalos, cenas y comidas fuera de casa, viajes, lotería, gastos extra que menguan nuestras cuentas corrientes. La d minúscula se refiere al dinero que se cobra en enero y la T es el tiempo trascurrido desde la Navidad.

La I representa el período desde el último intento fallido de dejar un mal hábito: Los buenos propósitos de comienzo de año empiezan a ser arrinconados por muchos: dejar de fumar, ir al gimansio, adelgazar. Sin embargo, las motivaciones cuentan y el profesor Arnalls las incluye en su fórmula con la letra M. Y la NA, al final, es la necesidad de actuar para cambiar la vida. Estas formulas no tienen base científica como ha reconocido Cliff Arnall, pero el Blue Monday ya se ha extendido por todo el mundo.

La combinación perfecta para vivir un día triste

La fórmula matemática planteada por Arnall hace que el BlueMonday se convierta en un día poco apetecible. Los lunes suelen ser días odiados. El comienzo de la semana tras el fin de semana siempre se nos presenta cuesta arriba y en invierno aún más. Enero suele ser un mes frío, de días plomizos y grises. La cuesta de enero se acumula a nuestras espaldas y todavía sufrimos los efectos de los atracones navideños.

Para hacer frente a este día tan triste lo mejor es echar mano de nuestros buenos propósitos para comenzar el año y afrontar el día con optimismo para que, de esta manera, pase más rápido.