Expertos participantes en el V Congreso para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres alertaron ayer sobre la detección de un nuevo tipo de esta lacra, que han denominado «ciberdelincuencia de género», que se realiza a través de las redes sociales y que afecta especialmente a los jóvenes. En el marco de este encuentro, que se se clausura hoy en Sevilla con la asistencia de más de un millar de personas y que incideen el incremento de los índices de malos tratos en la adolescencia, la abogada Amparo Díaz Ramos, experta en violencia de género y menores, advirtió de una «situación alarmante frente a la que hay que prepararse y responder».

Díaz Ramos explicó que en los últimos tiempos se han comenzado a utilizar las redes sociales y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) como forma de «controlar, acosar, desprestigiar, aislar, intimidar y muchas veces terminar con ataques sexuales» contra chicas adolescentes.

Indicó que existe una «captación de menores» a través de internet y que esta herramienta provoca que la relación «adquiera una intensidad que de otra manera no tendría», por lo que abogó por ofrecer a las jóvenes unas «pautas de seguridad informática»que puedan evitar que estén «en peligro».

«Esto no es un juego, son situaciones que generan daños graves y tenemos que ser capaces de ir reaccionando, desde la sociedad hasta todas las instituciones», insistió la experta en violencia de género y menores, que apostó por establecer pautas para detectar la intervención precoz y «no recuperar a la víctima cuando ya tenga un daño grave, sino muchísimo antes».

Por su parte, Estíbaliz Linares, participante en el estudio Redes sociales y violencia de género realizado por Sortzen Consultoríaconsideró que lo que ocurre en las redes sociales «no es algo nuevo», sino el reflejo de «roles y estereotipos de género muy interiorizados en la sociedad que ahora se están trasladando al mundo virtual».

La diferencia, opinó, es que con las nuevas tecnologías «la repercusión social es mucho mayor», lo que conlleva un «alto riesgo», por lo que reclamó «una educación igualitaria que enseñe donde están los límites» y talleres de formación en la que se enseñe a los jóvenes «a ser conscientes de a dónde van sus fotos».

En el mismo sentido se expresó el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, que abogó por «concienciar y educar» a los jóvenes para evitar los riesgos del uso de las nuevas tecnologías.