El ébola se cobró ayer su primera víctima mortal en Estados Unidos, Thomas Eric Duncan, el ciudadano liberiano que contrajo el virus en su país y que murió en el hospital de Dallas en el que estaba aislado desde hacía diez días. Según el informe médico del Hospital Presbiteriano de Dallas, el paciente «sucumbió a la enfermedad maliciosa del ébola» a las 07.51 hora local (12.51 GMT), tras «librar con valentía la batalla».

Duncan fue el primer caso de ébola diagnosticado fuera de África occidental y también es la primera víctima mortal del virus en Estados Unidos. El fallecido llegó al país el pasado 20 de septiembre y a los pocos días se le manifestaron los primeros síntomas de virus que, al parecer, había contraído en su Liberia natal cuando ayudó a trasladar a una vecina enferma de ébola a un centro médico.

En un principio Duncan no fue aislado y los médicos le dejaron volver a casa y aplicarse antibióticos, sin tener en cuenta que venía de África occidental, pero tres días después el paciente regresó al hospital con los síntomas más avanzados. Desde que empeoró su situación el fin de semana, el hospital le suministró un tratamiento experimental, el fármaco antiviral brincidofovir, fabricado por el laboratorio estadounidense Chimerix, con sede en Durham (Carolina del Norte). Es el mismo tratamiento que recibe en un hospital de Omaha (Nebraska) el cámara estadounidense Ashoka Mukpo, que contrajo el virus cuando trabajaba en Liberia para la cadena NBC.

El Centro Médico Nebraska, donde está ingresado Mukpo, informó de que preveía realizar ayer al enfermo una transfusión de sangre del doctor Kent Brantly, primer paciente tratado en Estados Unidos y que superó el virus. «Estamos increíblemente agradecidos de que el doctor Brantly haya hecho esto no una vez, sino dos», comentó en un comunicado la doctora Angela Hewlett, del Centro Médico Nebraska.

Por otro lado, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, confirmó que se empezarán a realizar mediciones de temperatura en cinco aeropuertos del país a los viajeros que lleguen procedentes de Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry. Estos tres países concentran la mayoría de los 3.400 muertos y 7.400 infectados por el virus, según la Organización Mundial de la Salud.

El primer aeropuerto en implantar la medida este fin de semana será el Kennedy de Nueva York, y se ampliará a los de Dulles (Washington D.C.), O'Hare (Chicago), Hartsfield-Jackson (Atlanta) y Newark. El 94 % de los que viajan a Estados Unidos desde los países africanos lo hacen a través de una de estas cinco terminales.