El cigarrillo electrónico parece una opción más segura para los fumadores: en lugar de quemar una mezcla de tabaco, el dispositivo usa un elemento para calentar una solución líquida que contiene nicotina. Y en vez de exhalar una nube de humo, el que fuma ese dispositivo exhala sobre todo vapor de agua. Pero, ¿supone un menor riesgo para la salud que los cigarrillos tradicionales?

El vapor de un e-cigarrillo como el de un cigarrillo convencional contiene nicotina, pero la concentración media del vapor de un e-cigarrillo es casi 10 veces menor a la encontrada en el humo del tabaco, según los últimos estudios realizados.

El creciente éxito que están teniendo estos dispositivos electrónicos supone una amenaza para las industrias tabacaleras, dado que los fumadores tienen la opción de elegir esta nueva vía y alcanzar su objetivo de dejar el tabaco. Según Ramón, vapeador habitual: "Comencé con estos cigarrillos porque escuché que ayudaban a dejar de fumar tabaco y no eran tan perjudiciales para la salud como los clásicos". En España el número de fumadores que cambia a esos dispositivos aumenta cada vez más.

Los e-cigarrillos utilizan calor para convertir una solución líquida que contiene nicotina en vapor. Sin embargo, los fumadores pueden comprar sus dispositivos con diversos niveles de ésta, pero también existe la posibilidad de los e-cigarrillos sin nicotina. "Gracias a los sabores disponibles, he pasado de consumir tabaco compulsivamente a fumar electrónicos con bajo nivel de nicotina", comenta Javier, consumidor diario de este producto.

Sin cenizas ni malos olores

Otras ventajas de este producto tan de moda en la actualidad son el ahorro económico que suponen frente a los cigarrillos tradicionales, ya que ronda el 75% menos sobre el precio del tabaco. Además existe la posibilidad de mezclar cientos de sabores desde los más clásicos a los más innovadores. Sin olvidar que no producen cenizas ni malos olores. Los consumidores se olvidan del humo del tabaco, ya que el dispositivo sólo expulsa vapor de agua. Esperanza, una consumidora de cigarrillos electrónicos, afirma que: "Antes no podía fumar en casa por los niños y porque apestaba las cortinas y sofás, ahora fumo menos con el electrónico, y cuando lo hago puedo vapear en cualquier sitio".