Un grupo de científicos de las Universidades de Harvard y Northeastern ha creado una colonia experimental de abejas robóticas para combatir la alarmante disminución de la población de dichos insectos en Estados Unidos, que el pasado invierno cayó en un 31 %, de manera que gran parte de las cosechas del país que requieren de polinización corren un grave peligro.

El objetivo de este proyecto digno de la película fantástica más disparatada no es otro que imitar el comportamiento real de una abeja como individuo y como parte de un enjambre para polinizar árboles frutales y otras plantas que requieren de este proceso para reproducirse y dar frutos y nuevas semillas.

Las abejas robóticas se enmarcan dentro del proyecto ´Micro Air Vehicles´ (microvehículos aéreos), cuyo objetivo real es "desarrollar la microrobótica y el diseño de fuentes de alta energía", según afirman los responsables del proyecto.

Además, sostienen que estos pequeños robots podrían ser utilizados para la búsqueda y el rescate de víctimas en desastres de gran magnitud como catástrofes naturales o atentados, por ejemplo.

A lo largo de los últimos años, se ha producido un notable descenso de la población de abejas en el planeta, algo que puede que mucha gente con alergia agradezca. Sin embargo, la desaparición de las abejas supondría un desastre a nivel biológico y económico de escala mundial, ya que todas las plantas y especies vegetales que requieren de polen para salir adelante desaparecerían también.

Aunque los investigadores y especialistas en apicultura no han hallado todavía una causa definitiva, han llegado a la conclusión de que este fenómeno puede ser fruto de una combinación de factores: El incremento del uso de productos químicos e insecticidas agrícolas; la contaminación del aire; el cambio climático y sus efectos, que podrían alterar los patrones de comportamiento de las abejas; los ataques de nuevos parásitos y la pérdida de biodiversidad son algunos de los agentes responsables.

Incluso la saturación de ondas electromagnéticas de móviles y antenas influye en estos animales, desorientándolos en sus vuelos desde las colmenas a las fuentes de néctar, polen, y agua.