El domicilio número 14 de la calle El Infierno de Tegueste hizo ayer honor a su nombre. María Remedios Barreto Perera, que la próxima semana tenía que haber cumplido 43 años, murió a manos de su expareja, Mateo Pérez Gómez, de 48 años. El presunto agresor, tras apuñalarla, se quitó la vida tras producirse un enorme corte en el cuello, que provocó que se desangrara.

Los hechos, según fuentes próximas al caso, tuvieron lugar minutos antes de las 13.00 horas, cuando sin un motivo aparente el supuesto agresor, provisto de un machete con sierra y un hacha, se enfrentó a la que había sido su pareja. Los gritos de auxilio fueron escuchados por un joven que se encontraba en el interior del domicilio haciendo unas reformas, el cual se enfrentó al asesino. Este le acuchilló varias veces en un brazo y le propinó un profundo corte en el dedo meñique. El ataque le obligó a abandonar la estancia, y entonces Mateo Perera Gómez aprovechó para, supuestamente, acabar con la vida de su exmujer.

Posteriormente, él se practicó un profundo corte en el cuello con un cuchillo aserrado y cayó desplomado al suelo.

Entre tanto, el joven que forcejeó con Mateo Perera, vecino de Boca Cangrejo, en El Rosario, alertaba a la Guardia Civil, que envió una patrulla del puesto de Tacoronte. Los agentes, a su llegada, hallaron el cuerpo sin vida de María Remedios, mientras que Mateo Perera aún se encontraba con vida. Éste falleció minutos después, sin que los facultativos del Servicio de Urgencias Canario (SUC) pudiesen salvar su vida. Otra dotación sanitaria atendió al joven albañil que se enfrentó al presunto asesino, aunque no se hizo necesaria su evacuación a un centro médico.

Los cuerpos se encontraban en el suelo, uno junto al otro, en la antesala de la casa.

Según fuentes de la Guardia Civil, no existía orden de alejamiento alguna entre ambos, por lo que ella no estaba en el protocolo Viogen de la Guardia Civil (Violencia de Género), que conlleva un seguimiento especial por parte de la Benemérita.

Los vecinos de la vivienda contigua, Fernando, Bárbara y Nuria, señalaron a este diario: "Que nosotros supiésemos no había ninguna denuncia entre ellos". Sin embargo Bárbara matizó: "Yo le pregunté hace varias días cómo estaba y ella me contestó que nadie sabe lo que sucede en la casa de cada uno y que la procesión se lleva por dentro". Esta vecina agregó: "Incluso quedamos para tomar café como hacíamos de vez en cuando. Y sin embargo, hoy cuando llegué a mediodía a mi casa y me contaron lo que había pasado aún no me lo puedo creer".

Una persona muy celosa

En lo que sí coinciden todos los vecinos interrogados es en que Mateo Perera Gómez era una persona muy celosa y así se lo había hecho saber la víctima a sus más allegados.

La pareja tiene dos hijas, Ainara, la más pequeña, que vivía con su madre, y su hermana mayor, Tinixara, quienes no se encontraban en la vivienda en el momento en el que ocurrieron los hechos. Ambas son muy conocidas en Tegueste por haberse presentado a reina de las fiestas patronales del municipio en los años 2008 y 2005 respectivamente.

María Remedios Barreto Perera trabajaba como auxiliar administrativa en un entidad en las proximidades del Mercado Nuestra Señora de África de la capital tinerfeña. Algunas fuentes señalaron que podría ser una empresa de colocación de trabajadores. "Mira si era buena que entró a hacer las prácticas y se quedó", contó Bárbara, la vecina con la que charlaba casi todas las tardes. Mientras que su excompañero era maestro albañil y mampostero. Precisamente, en la mañana de ayer acudió al que había sido su domicilio durante casi 20 años a recoger material de su trabajo. "La pobre con el esfuerzo con el que estaba pagando su casa y mira cómo ha acabado", señaló otra vecina.

Aparte de la Guardia Civil del puesto de Tacoronte y de la presencia del capitán de la primera compañía del Instituto Armado, con cabecera en Puerto de la Cruz, también se presentó la Policía Local de Tegueste.

Poco después del hallazgo se personó el Equipo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife, concretamente el grupo de los delitos contra las personas, quienes abandonaron el inmueble a las 18.30 horas tras precintar la estancia.

Los agentes, embutidos en sus monos blancos, llevaron a cabo la inspección ocular y recogieron diversas muestras al tiempo que realizaban un extenso reportaje fotográfico.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del titular del juzgado de guardia de La Laguna, quien ordenó el levantamiento de los cadáveres y su traslado hasta el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, donde se espera que se realice la autopsia a los dos cadáveres y de esta manera poder determinar las causas reales del óbito.