La Conselleria de Sanidad ha abierto un expediente informativo a un médico con un cargo de libre designación en el Hospital Clínico de Valencia para investigar el paradero de 30 cajas de un medicamento (Tracleer), valoradas en 71.310 euros, que supuestamente retiró del servicio de Farmacia Hospitalaria para proporcionárselo a un familiar ingresado en el centro y cuya ingesta no consta en el historial clínico del paciente, donde tampoco aparece reflejado que el citado fármaco fuera prescrito por los médicos que le atendieron.

Parece ser que el facultativo investigado, que sigue en activo y en su cargo, siguió sacando envases del medicamento durante los tres meses posteriores al fallecimiento de su allegado y a nombre de este. Al ser preguntado por los investigadores, el facultativo respondió que era para «otro familiar». Un envase de 56 pastillas cuesta 2.377 euros.

Este medicamento se utiliza en dosis de tres comprimidos en una toma única y sin indicación farmacológica para tratar la difunción eréctil. En el mercado negro se usa como sustitutivo de Viagra y puede superar entre tres y cinco veces su precio. El Tracleer solo se puede adquirir en la farmacia hospitalaria y sin coste.

La prescripción de este fármaco, cuyo principio activo es el Bosentan, está restringida a un límitado número de médicos en el hospital Clínico. El Tracleer se utiliza como «medicación de uso compasivo» —mejora la evolución de una enfermedad aunque su eficacia no se haya demostrado en ensayos clínicos— para tratar la hipertensión pulmonar primaria del grado III y la asociada a trastornos inmunes.

La Conselleria de Sanidad confirmó ayer que el área de inspección se ha hecho cargo del caso.

Por otra parte, la dirección médica del hospital Clínico informó a este periódico que los hechos se comunicaron a la Conselleria de Sanidad al «detectar que podía haber algo».

«Observamos que había algo anómalo, que las entregas de fármacos del servicio de farmacia externa no coincidían con la historia clínica del paciente», declaró la directora médica, quien aseguró no saber más del caso.

Parece ser que el médico retiró el medicamento a nombre de su familiar durante unos quince meses, desde principios de 2010 a abril de 2011.

La denuncia llegó al servicio jurídico de la conselleria en julio de 2011.