El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) informó de la puesta en marcha de ELENA, el proyecto aprobado el pasado mes de junio con el que se quiere empezar a producir antiprotones en el año 2016 y avanzar de esta manera en el conocimiento y el estudio de la antimateria.

Científicos de Alemania, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Japón, el Reino Unido y Suecia, bajo la coordinación del CERN, celebraron este miércoles la primera reunión oficial de ELENA (siglas en inglés de Anillo de Antiprotones de Energía Extra Baja).

Stéphan Maury, director del proyecto, explicó en un comunicado que "ELENA es un nueva instalación dirigida a producir antiprotones con los menores niveles de energía nunca alcanzados, con el objetivo de mejorar el estudio de la antimateria".

ELENA es un pequeño anillo desacelerador de nueva construcción que se instalará en el mismo edificio que alberga el Desacelerador de Antiprotones (AD) y que ralentizará los protones con carga negativa hasta en un quinto de la energía que genera el AD.

Esto supondrá una mejora en la eficiencia para atrapar antiprotones para su estudio, del 0,01% actual hasta el 10%.

El problema con el AD es que los antiprotones que genera tienen que ser ralentizados para pasar por una serie de laminas de metal, un proceso que hace perder el 99,9% de estas antipartículas, lo que dificulta en extremo el proceso de investigación.

Walter Oelert, el pionero del estudio de la antimateria en el CERN, declaró que "este es un gran paso hacia delante en la física de la antimateria", una disciplina que, entre otras cosas, arroja luz sobre el proceso que condujo a la creación del Universo.

Desde que los antiprotones fueron descubiertos en 1955, estas partículas han demostrado ser una gran herramienta investigadora y en la década de 1980 jugaron un papel crucial para el descubrimiento de las partículas W y Z en las instalaciones del CERN.

Las partículas o bosones W y Z son los elementos que median en la interacción nuclear débil, una de las cuatro interacciones fundamentales de la naturaleza, y fueron descubiertas en el CERN en 1983 aunque su existencia había sido descrita mucho antes.

El CERN ha conseguido otros logros importantes en el campo de los antiprotones de baja energía, como atrapar y acumular grandes números de estas antipartículas a principios de la década de 1990, lo que permitió comparar con precisión protones y antiprotones.

Además, en 1995 se crearon en el CERN los primeros antiátomos -antihidrógeno-, lo que permitió nuevos ensayos sobre antimateria y, recientemente, se logró atrapar átomos de antihidrógeno.

La proyección de estos experimentos es muy amplia y el CERN ha llevado a cabo incluso estudios preliminares acerca del potencial del uso de antiprotones para las terapias contra el cáncer.

En el futuro, la idea es medir la influencia de la gravedad en los antiprotones y realizar comparaciones más detalladas de los átomos de hidrógeno y antihidrógeno, que pueden recrear la situación que generó el "Big Bang" en el origen del Universo.

Está previsto que la construcción del desacelerador ELENA comience en 2013 y que se complete en 2016.