La Real Sociedad Matemática Española (RSME) advirtió esta semana en Soria que la falta de convocatoria de plazas de profesores en esta disciplina en la Universidad favorece la "fuga" de los especialistas más brillantes y pone en peligro el avance que han experimentado las matemáticas españolas en los últimos años.

Antonio Campillo, catedrático de Álgebra de la Universidad de Valladolid y presidente de la Real Sociedad Matemática Española (RSME), ha asegurado a los periodistas, antes de iniciarse el I Congreso de Jóvenes Investigadores, que la educación es un "servicio prioritario que necesita mucho más cuidado", a la vez que ha reclamado que los futuros catedráticos y profesores de la Universidad española tengan un nivel de primera línea internacional, como sucede en los trabajos post-doctorales.

La edad media de los profesores en los departamentos de matemáticas de las universidades españoles supera los cincuenta años, lo que, a su juicio, complica su relevo generacional si la administración no articula apoyos para que los jóvenes matemáticos se establezcan en España.

"Queremos reclamar los jóvenes investigadores nuestro lugar y que cese la fuga de cerebros, porque hay muchos matemáticos jóvenes en el extranjero", ha reivindicado Edgar Martínez, presidente del comité organizador del Congreso.

Por otra parte, Antonio Campillo ha apuntado que la RSME está intentando en su centenario que las matemáticas lleguen a toda la sociedad, ya que en el mundo actual son "fundamentales".

Los matemáticos suelen encontrar empleo en el sistema educativo, en la industria y, en los últimos tiempos, está emergiendo sus posibilidades en las actividades culturales.

El congreso, que se prolongará hasta el 9 de septiembre en Soria, servirá para presentar ochenta ponencias con los mejores resultados de los investigadores más jóvenes en las diversas áreas de la matemática y discutir sobre la situación de estos investigadores en el panorama general de la ciencia en España.