Todos los que han pasado alguna vez por el campus alicantino conocen a sus famosos gatos. Viven allí, tan tranquilos, rodeados de jardines. Se sientan en los corros de estudiantes que se forman en el césped y parece que participen en la charla como uno más. Buscan a sus amigos entre todas esas piernas que van de un sitio a otro. Y entre ellas se encuentra un grupo de voluntarias, trabajadoras de la Universidad, que lleva cuidándolos 10 años. Ellas mismas costean las esterilizaciones de los animales, a fin de que la natalidad de la colonia gatuna sea cero.

Ahora esperan que la Universidad de Alicante, tras retirar su pretensión de eliminar a esta colonia, les deje darles de comer. "Hace unas semanas prohibieron alimentarlos y desde entonces desaparecen los cuencos". Estas voluntarias, junto a la Asociación Protectora ASOKA, han presentado un proyecto de control de la colonia de gatos de la Universidad de Alicante avalado por veterinarios que ofrece "las condiciones para que los animales estén controlados, libres de enfermedades y esterilizados para que no haya más nacimientos", explica Antonia, una de las voluntarias que ha presentado este proyecto. "La idea de hacer desaparecer la colonia no tiene ningún sentido, ya que cuando desaparecen unos gatos, aparecen otros nuevos que no están controlados y es una vuelta a empezar", explica. "Además, de esta manera podemos hacer un seguimiento de su salud. Cuando tienen cualquier problema se llevan a Asoka, donde se recuperan". Además, si se cortase del todo la alimentación a la colonia "sí que podrían darse los problemas, ya que, en busca de comida, podrían empezar a acosar a la gente porque no tienen que comer y en esas condiciones se reproducen más rápidamente".

El proyecto, basado a nivel técnico en la opinión y ayuda de dos veterinarios, se presentó el pasado 10 de marzo junto a las más de cuatro mil firmas que apoyaban la iniciativa. Además, el pasado marzo hubo una manifestación en la que estudiantes, profesores y trabajadores de la institución alicantina se mostraron en contra de la medida de deshacerse de los gatos.

Ignacio Marva, uno de los veterinarios que ha participado en la elaboración del proyecto explica que "la opinión de los veterinarios es que los espacios abiertos están necesariamente poblados por gatos y más en el caso de la Universidad de Alicante, un lugar que está en conexión con la naturaleza. Los estudios realizados sobre grandes espacios reflejan que la mejor forma de controlarla es con un mecanismo de recogida, esterilización y suelta. De esta forma se iguala el número de muertes y nacimientos a cero, un 70-80% de la población está esterilizada y hay un control sanitario". Además, Marvá incide en la importancia de la educación de la comunidad universitaria para que no surtan de comida a los gatos, ya que su alimentación ya está controlada y eso puede generar comportamientos molestos de los animales.

Asoka le mandó una carta al rector y al vicerrector y director del Secretariado de Prevención para exponerles el problema, pero, al no obtener ninguna respuesta decidieron pasarla por registro hace un mes, pero todavía no se sabe nada. Por otro lado, Antonia mueve sus hilos: "Hace un par de semanas fuimos a la oficina del rector a fin de concertar una entrevista pero no lo conseguimos. Lo hemos intentado varias veces pero es imposible". Sin embargo, finalmente la puerta de un despacho se abrió: la de Miguel Louis, defensor del universitario. "Él ha conseguido que no tiren a los gatos y que el vicerrector se comprometa a vernos, pero sin fecha", afirma Antonia. No obstante, todavía están esperando para concretar una cita y la pelota sigue en el campo de juego de la Universidad de Alicante.

Por otro lado, este grupo de voluntarias que atiende a los gatos de la Universidad de Alicante ha creado un blog desde el cual se están gestionando adopciones para estos animales. En el último mes se han adoptado tres.