El psicólogo estadounidense Howard Gardner, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011, ha manifestado su "alegría" por que el Jurado haya decidido reconocer la rama de las ciencias sociales que implica "análisis cualitativos y amplias síntesis del conocimiento", en un momento en que "las ciencias sociales angloamericanas ponen el acento casi por completo en el trabajo cuantitativo".

Sostiene Gardner que la inteligencia humana no es única, y que cada individuo posee, al menos, ocho habilidades cognoscitivas, lo que él llama inteligencias múltiples.

Esas ocho "habilidades" descritas por Gardner, hombre comprometido social y éticamente con la mejora de la educación, serían la inteligencia lingüística, la lógico-matemática, la cinético-corporal, junto a la musical, la espacial, la naturalista, la interpersonal y, por último, la intrapersonal.

Esta es la base de la teoría desarrollada por este psicólogo estadounidense y profesor de la prestigiosa Universidad de Harvard. Una teoría que, además de proporcionarle fama internacional, está en el origen de muchos cambios significativos introducidos en el modelo educativo de su país y en los de otros del mundo occidental.

Sus investigaciones, pues, tal y como ha reconocido hoy el jurado del Premio fallado en Oviedo, "resultan decisivas para la evolución del modelo educativo, al tomar en consideración las potencialidades innatas de cada individuo".

Howard Gardner, firme defensor de una "escuela inteligente", considera que las "inteligencias múltiples" carecen de valor intrínseco y que el comportamiento de cada individuo en sociedad, haciendo uso de su inteligencia, constituye una cuestión moral fundamental.

Partidario de una educación personalizada, en su opinión los sistemas educativos deben "tomar las diferencias entre las personas muy seriamente, no deben tratar a los estudiantes como si fueran más listos o más tontos sino en términos de cual de sus inteligencias es la más fuerte. Y tratar de usar esto para que puedan entender el mundo".

Doctorado en Harvard

Nacido en Scranton, Pennsylvania, Estados Unidos, en 1943, Gardner se doctoró en Psicología Social por la Universidad de Harvard en 1971. En la actualidad, es titular de la cátedra de Cognición y Educación John H. & Elisabeth A. Hobbs de la Escuela Superior de Educación de esta universidad, donde también ejerce como profesor adjunto de Psicología.

Desde 1972, es codirector y presidente del comité gestor del Proyecto Zero, un grupo de investigación que estudia los procesos de aprendizaje de niños y adultos.

Impulsado en 1967 por el filósofo Nelson Goodman, con el propósito de estudiar y mejorar el aprendizaje de las artes, el proyecto Zero ha ampliado su campo de interés a lo largo de los años a otras disciplinas.

Así, ha abordado el diseño de evaluaciones basadas en el rendimiento, en la educación para la comprensión, en el uso de las inteligencias múltiples para lograr una pedagogía más personalizada y en la calidad de los esfuerzos interdisciplinares en la educación.

Una de las contribuciones más importantes del nuevo Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales es el modelo de una "escuela inteligente", basado en el aprendizaje como una consecuencia del acto de pensar y como comprensión profunda que involucre el uso flexible y activo del conocimiento.

La mayor parte de los frutos de este trabajo investigador y docente se han implantado en las escuelas públicas de Estados Unidos, con especial incidencia en muchas en la que cursan sus estudios los hijos de las familias más desfavorecidas social y económicamente.

Desde hace unos años, Gardner participa también en el GoodWork Project, destinado a mejorar la calidad y la autoestima profesionales, tomando como referencia los factores de excelencia y ética.

Autor de 25 libros, traducidos a 28 idiomas, y de alrededor de 450 artículos, está en posesión de 26 doctorados honoris causa de universidades estadounidenses y de otros países como Bulgaria, Chile, Grecia, Israel, Irlanda, Italia y Corea del Sur. Es también miembro de honor de numerosas instituciones académicas.

En posesión de numerosos y prestigiosos premios, como el Nacional de Psicología (EE.UU., 1984) o el William James de la Asociación Americana de Psicología (1987), en 2005, y nuevamente en 2008, fue elegido "uno de los 100 intelectuales más influyentes del mundo" por las revistas Foreign Policy y Prospect.