Robonaut (R2), el gemelo del androide que ha sido enviado a la Estación Espacial Internacional, cautivó hoy al público mostrando sus habilidades, ideadas para ayudar pero no para sustituir a los astronautas.

"El robot ha sido diseñado para ayudar a los astronautas, antes, durante y después de sus actividades", dijo el ingeniero de la NASA Ron Diftler durante la presentación del robot en el Museo del Aire y del Espacio de la Institución Smithsonian en Washington.

R2 está haciendo una gira por el país con el equipo de científicos de la NASA e ingenieros de la compañía General Motors (GM) que han trabajado conjuntamente en este proyecto.

El robot cautivó al público con sus habilidades, al agarrar un taladro, levantar pesas y encender y apagar los interruptores de un panel como los de la Estación Espacial Internacional, sin olvidarse de abrir y cerrar posteriormente la tapa de seguridad.

Su aspecto humanoide y la 'paciencia' que demostró cuando Diftler intentó 'engañarle' levantando los protectores, que el androide volvió a colocar en su sitio, se ganó el aplauso de los niños y turistas que acudieron a conocer a Robonaut.

"Lo bueno es que no se queja, podría estar una hora haciendo esto y no protestaría. Es el empleado que todo jefe querría tener", bromeó Diftler.

Ante la temida pregunta de si llegará un momento en que estos robots puedan sustituir a los astronautas en el espacio, el ingeniero fue claro: "Nuestro objetivo es siempre crear dispositivos para ayudar a la tripulación (porque), es seguir teniendo gente en el espacio", aseguró.

El robot, realizado con fibra de carbono niquelado y aluminio, pesa 136 kilos y mide aproximadamente un metro desde la cintura a la cabeza, y 60 centímetros de hombro a hombro. De momento, carece de extremidades inferiores.

Cuenta con brazos extensibles, manos con movilidad rotatoria y sus cinco dedos tienen capacidad para agarrar 2,5 kilos cada uno, que como mostraron los ingenieros se pueden programar para operar con distinta presión.

La cabeza a modo de casco con cristal ahumado a la altura de los ojos y de color cobrizo alberga su equipo de visión, aunque es el torso el que contiene los 38 procesadores de PC que le dan la capacidad de operar.