Naxxo, Nirah, Ramil, Moneiba, Josh, Jefferson, Niccó ...no son los nombres de los protagonistas de Avatar 2 en Pandora, son los nombres de los concursantes de la edición más desastrosa de Operación Triunfo, el karaoke más caro de la historia de la televisión. A pesar de la fusión de Telecinco y Cuatro, 'Operación Triunfo' se resiste a renovar su formato y la falta de novedades empieza a pasarle factura con menos de 2 millones de audiencia los domingos. Un programa presentado por una Pilar Rubio que se le nota la falta de experiencia y la energía que Jesús Vázquez transmite en sus programas, una Nina que sigue en los mundos de Mamma Mía y que no consigue transmitir lo mismo que el estridente Ángel Llacer, por lo hablar de la pasividad del jurado con Fernando Argenta (director de 'El Conciertazo' La2) que en esta ocasión cambia violines por guitarras y que podría dejar el jurado para continuar con sus compromisos musicales, la ñoñería de Jaime Terrón (Melocos) como reclamo de un público de quinceañeras, Noemí Galera y Eva Perales (Factor X Cuatro) como símbolo de la fusión T5-Cuatro, y de un Rafa Sánchez (La Unión) desubicado en este tipo de formato televisivo.

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