EPIDEMIOLOGÍA

La leishmaniosis canina es una enfermedad zoonótica causada por un protozoo denominado Leishmania infantum, extendiéndose por las zonas de China, Brasil y la cuenca mediterránea siendo esta última la mas endémica, con una prevalencia en España estimada en torno al 9%, con una variabilidad muy amplia entre comunidades. (Foto 4)

La Leishmania fue descrita en perros, por primera vez en 1908, en Túnez y desde entonces la investigación sobre esta enfermedad ha ido creciendo en la medicina veterinaria.

La L. Infantum esta considerado como un parásito dixénico ya que su ciclo biológico tiene lugar en dos tipos de hospedadores: Uno vertebrado (perros) y otro invertebrado (mosquitos).

Actualmente, la leishmaniosis humana constituye un complejo patológico con procesos cutáneos, mucocutaneos y viscerales con una incidencia entre el 1,21 y 1,34 casos por cada 100.000 habitantes, aunque es sin duda alguna es el perro el principal reservorio del ciclo doméstico.

TRANSMISIÓN

El mosquito trasmisor de la enfermedad se denomina flebotomo, presenta una coloración amarillenta y mide unos 2 mm de tamaño. Suele ubicarse en zonas con escasa iluminación, temperaturas estables, humedad relativa alta y en zonas donde exista un alto contenido en materia orgánica (escombreras, jardines, sótanos, etc.) y su actividad diaria suele ser crepuscular, siempre que la temperatura no descienda de los 17ºC, y no llueva.

Las especies involucradas en la leishmaniois canina en España son 10, siendo P. perniciosus la principal especie vectora de la leishmania humana y canina.

Cuando el mosquito infectado (vector), pica a un perro (reservorio), le inocula las formas flageladas del parásito denominadas promastigotes, penetrando estos en células de la epidermis y vísceras del perro. Estos promastigotes cambian de conformación en el interior de las células del perro transformándose en amastigotes y desde este momento comienza su multiplicación y diseminación por las células (macrófagos) del organismo del perro.

Desde este momento se desencadenará una respuesta inmunitaria, pudiendo tomar dos caminos: Uno seria una respuesta frente a la infección (respuesta inmunitaria celular), evitando la diseminación y consiguiendo eliminar el parásito, denominándose a estos perros "resistentes"y el otro camino seria una respuesta promotora de la enfermedad (respuesta inmunitaria humoral), mediante la estimulación de linfocitos B, con hipergammaglobulinemia y la correspondiente formación de inmunocomplejos.

CUADRO CLÍNICO

El periodo de incubación de la enfermedad varía entre 3 meses y varios años presentando un cuadro clínico muy variable, pudiéndose ver afectados diversos órganos. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad pueden ser muy variadas haciendo que el diagnostico clínico sea difícil.

Las lesiones que podemos encontrar en esta enfermedad, pueden ser de dos tipos:

-Lesiones cutáneas

-Lesiones generalizadas

Las lesiones cutáneas pueden ser a su vez localizadas, donde se pude ver una zona de inoculación del mosquito, denominado "chancro", y suele encontrarse en una zona desprovista de pelo, como el hocico. También pueden ser formas cutáneas generalizada, como la aparición de lesiones alopécicas, descamativas (foto 2), localizadas en la zona de la cabeza y extremidades. También dentro de este cuadro cutáneo podemos encontrar hiperqueratosis nasal (trufa costrosa) y una crecimiento exagerado de las uñas (onicogriposis).

Las lesiones generalizadas son muy diversas, con unos síntomas inespecíficos, que suelen ser los que llaman la atención al propietario cuando van al veterinario, como puede ser el adelgazamiento, inapetencia, linfoadenopatías (foto 1), cojeras y lesiones oculares entre muchas otras.

DIAGNÓSTICO

Se debe realizar un diagnostico integrado, incluyendo un buen examen clínico, pruebas de laboratorio como hematología, bioquímica, urianalisis y la serología mediante técnicas cuantitativas( que midan titulo) como IFI y ELISA, siendo estas las pruebas mas importante para la detección de anticuerpos del leishmania.

Los resultados obtenidos sumados a un proteinograma (foto 4) como prueba complementaria nos dará información suficiente del estadio de la enfermedad, del grado de la misma, y por supuesto de su pronóstico.

TRATAMIENTO

Hoy en día existen tres fármaco registrado en Europa aunque en veterinaria los dos más usados son el antimoniato n-metil meglumina (Glucantime®) y la mitelfosina (Mitelforan®), el primero se aplica mediante inyecciones y el segundo vía oral. El uso del alopurinol (Ziloric®) es sobradamente conocido por su efecto leishmaniostatico, aunque sigue siendo controvertido su tiempo de administración por los afectos adversos (urolitiasis) que pueda cuasar a largo plazo.

Dr. Óscar B: Sáez Mengual (DVM, MSc) Clínica Veterinaria 7 Vidas.