Desde principios de 1990 tener animales exóticos como animales de compañía se ha puesto progresivamente de moda.
La tenencia de este tipo de animales causa problemas gravísimos, los principales son:
1º Impulsa el tráfico ilegal de especies que ya se ha convertido en el tercer negocio ilegal que más dinero mueve en el mundo, tras el tráfico de drogas y de armas.
Los animales víctimas del mismo son arrancados de su hábitat natural, metidos en pequeñas jaulas, sometidos a transportes insufribles y vendidos en el mercado negro al mejor postor.
Se calcula que de cada 10 animales capturados sólo uno llega vivo. El resto muere en el transporte.
2º Los animales exóticos necesitan unas condiciones especiales para vivir que hace que muchos de ellos mueran en los hogares, donde es imposible reproducir cuestiones tan vitales como la humedad, la luz, la temperatura o la alimentación que necesitan.
3º Animales capaces de vivir muchos años, mueren a los pocos meses de ser adquiridos sin que sus dueños en algunos casos estén ni siquiera preparados para suministrarles la alimentación que necesitan.
4º Pasado un tiempo, los que sobreviven necesitan un espacio adecuado y amplio que difícilmente se les puede ofrecer en una casa. Además poseen un carácter independiente que necesita de la compañía de otros animales como ellos, etc, etc. Por esto, muchos son abandonados en los parques naturales de nuestro entorno donde ahora mismo hay viviendo desde mapaches, tortugas de florida, etcétera.
El resultado es que todos ellos luchan por la supervivencia, desplazando especies autóctonas y cambiando todo el equilibrio del ecosistema.
Por todo ello, lo mejor es no adquirir como animal de compañía un animal exótico pero, si lo tienes o lo quieres comprar, al menos que no sea fruto del tráfico ilegal de especies. Ha de poseer un CITES que es una certificado que así lo acredita y la factura de compra.
Es muy importante que todo esto lo tengamos en cuenta porque de otra manera, en breve, puede que algunas especies desaparezcan totalmente.
