Las ONG han unidos sus voces para denunciar que 215 millones de niños siguen trabajando para sobrevivir, la mayoría en el sector agrícola, y casi la mitad lo hacen bajo "las peores formas de explotación infantil".

Con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que se celebra mañana, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha reclamado un impulso, a pesar de la crisis, en el objetivo de erradicar estas prácticas.

La directora ejecutiva de la Oficina del director general de la OIT, María Angélica Ducci, ha instado a intensificar esfuerzos para evitar que la crisis económica sirva de excusa para no combatir esta lacra, cuyo ritmo de reducción mundial "se está ralentizando" en los últimos años.

Los últimos datos de la OIT reflejan una disminución del trabajo infantil en 2008 del tres por ciento respecto a 2004, mientras que en los cuatro años anteriores se logró reducirlo el 10 por ciento.

Aún así, siguen trabajando 215 millones de niños en el mundo, de los que 115 millones de menores, de entre cinco y 17 años, lo hacen en condiciones peligrosas.

En el acto central celebrado por la OIT en España, la Princesa de Asturias ha subrayado la importancia de que todas las instituciones públicas españolas se impliquen en la erradicación del trabajo infantil.

Horas antes, en el marco de las actividades que la Fundación Telefónica está desarrollando con motivo de la Semana contra el Trabajo Infantil, la Princesa ha conversado sobre este asunto con un grupo de niños y adolescentes colombianos y uruguayos, ganadores del concurso de periodismo digital "Hoy Escolar".

Save the Children ha destacado el acuerdo alcanzado en Ginebra por la OIT para desarrollar y adoptar dentro de un año una nueva convención sobre Trabajo Digno para Trabajadores Domésticos, que contiene provisiones específicas para proteger a los niños y niñas que desarrollan esta actividad.

"De los 40 millones de niños y adolescentes que trabajan como sirvientes domésticos en el mundo, cerca de 10 millones permanecen ocultos en las viviendas de sus empleadores", recuerda esta organización, que explica que a veces con apenas 10 años, sufren en muchos casos "condiciones de auténtica esclavitud, sometidos a interminables jornadas de trabajo y abusos".

La explotación infantil resulta dañina para la salud de los niños, su desarrollo físico y emocional e interfiere en su educación, en la mayoría de los casos privándoles de este derecho, señalan las ONG.

Manos Unidas ha condenado cualquier forma de trabajo que implique la participación de un menor "y, sobre todo, las formas más repugnantes de explotación".

"Somos incapaces de llamar trabajo a la esclavitud, que, increíblemente sigue practicándose en muchos países del mundo, sobre todo en Asia; o a la trata de niños, a la servidumbre por deudas, a la prostitución, a la pornografía, al reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados", señala la organización.

Los sindicatos se han sumado al objetivo de la OIT de eliminar "las peores formas de trabajo infantil" en 2016, aunque desde Intervida se ha lamentado que haya sido sólo del 3 por ciento, "lo que pone en riesgo este objetivo".

UGT ha alertado de la relación existente entre pobreza y trabajo infantil y ha reivindicado el establecimiento de medidas sociales de acceso al empleo, a la sanidad, renta mínima y educación, entre otros, que centren la prioridad en evitar el abandono prematuro de los estudios.

Coincidiendo con la celebración del mundial de fútbol en Sudáfrica, la Campaña Ropa Limpia ha pedido a la FIFA y a la industria fabricante de balones de fútbol que tomen medidas inmediatas para acabar con la explotación laboral de los trabajadores que cosen estos artículos deportivos en Pakistán, India, China y Tailandia, muchos de ellos niños.