Los tratamientos de fertilidad se van a disparar tras las Navidades coincidiendo con los propósitos para el nuevo año, según destacó la coordinadora de ginecología de la clínica Ginefiv, Victoria Verdú, quien aseguró además que la demanda no se ha resentido con la actual crisis económica ni cree que lo pueda hacer en los próximos meses.

Para esta experta, las fiestas navideñas suponen también un "momento de inflexión" para aquellas parejas que buscan tener un hijo y no lo consiguen, lo que les lleva a "dar un paso más" y optar por nuevas medidas, siendo más común las peticiones de parejas de edad más avanzada en las que las posibilidades de éxito van disminuyendo.

De hecho, según comenta esta la doctora Verdú, que pertenece a una clínica donde se realizan cada año entre 2.000 y 3.000 ciclos de fertilidad, más de la mitad de estos tratamientos (60%) se inicia después de estas fechas.

"Hay épocas más propensas y Navidad es una de ellas, junto con después del verano", apostilló Verdú, asegurando que con la crisis "tan sólo ha bajado ligeramente la demanda, que está un poco más espaciada, dado que cuando hay menos dinero se establecen unas prioridades entre las que, por lo general, siempre está la de tener un hijo".

Entre los tratamientos, donde más ha descendido la demanda es la fecundación 'in vitro', cuyo precio oscila entre los 3.500 y los 5.000 euros, incluida toda la medicación necesaria para estas mujeres, mientras que las peticiones de inseminación artificial se mantienen, con un coste de unos 700 euros.

Paradójicamente, los tratamientos con óvulos de donación han sufrido una "ligera subida" en los últimos meses dado que, aunque su precio es más caro (unos 6.000 euros con medicación incluida), la tasa de embarazo de esta técnica es de un 60 por ciento en mujeres de menos de 35 años, frente al 45-50 por ciento del éxito que se puede tener con la fecundación 'in vitro'.

"Aunque es más cara, las mayores posibilidades de éxito de esta técnica favorecen su elección pese a la crisis", señaló la doctora Verdú.

Del mismo modo, esta experta insistió en el "recelo" que tienen muchas parejas a la hora de elegir esta técnica ante el desconocimiento de la mujer donante. Aunque la información es anónima, desde Ginefiv aseguran que todos los donantes de óvulos han superado "análisis genéticos y psicológicos muy exhaustivos" que hacen segura la donación.