El presidente de EEUU, Barack Obama, se declaró "sorprendido y honrado" por la concesión del premio Nobel de la Paz a su persona.

En una intervención en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama aseguró que acepta el premio como "un llamamiento a la acción" para resolver los problemas mundiales, entre los que enumeró la lucha contra el cambio climático y el conflicto entre palestinos es israelíes.

Según aseguró, no percibe el galardón como "un reconocimiento a mis propios logros", sino a las metas que se ha fijado para el mundo.

"No tengo la impresión de que merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este premio", reconoció el presidente estadounidense.

En una nota más personal, reveló que esta mañana su hija Sasha, de ocho años, le comunicó que "Papá, has ganado el premio Nobel de la Paz. Y es el cumpleaños de Bo", el perro de la familia presidencial. Su otra hija, Malia, de once años, le recordó que el lunes es fiesta en EEUU.

"No hay nada como tener hijos para conservar la perspectiva de las cosas", bromeó el presidente estadounidense.

El Instituto Nobel de Noruega anunció hoy que concede el galardón a Obama por sus "esfuerzos extraordinarios por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos".

El presidente estadounidense llegó a la Casa Blanca con la promesa de comenzar una nueva etapa de cooperación con la comunidad internacional después de las tensiones vividas durante el mandato de su predecesor, George W. Bush.

Obama ha prometido el cierre de la prisión de Guantánamo para el próximo enero, ha propuesto un mundo sin armas nucleares, ha ofrecido la apertura de un diálogo al mundo musulmán y se ha comprometido a implicarse personalmente en el logro de la paz en Oriente Medio, aunque hasta el momento no ha conseguido cerrar ninguno de estos objetivos.

Se trata de la tercera vez que recibe el Nobel de la Paz un presidente de Estados Unidos en activo, después de Theodore Roosevelt (1906) y de Woodrow Wilson (1919).