La misa forma parte de los eventos de celebración del Año de la Astronomía.

La celebración, oficiada por monseñor Gianfranco Ravasi, estuvo promovida por la Federación Mundial de Científicos, pero la Santa Sede aprovechó la ocasión para hacen sentir claramente su aceptación del legado del científico dentro de la doctrina católica.

El secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, afirmó en un mensaje enviado a los participantes que Galileo es justamente descrito como un "hombre divino" y añadió que el humanista italiano fue un hombre de "ciencia" y de "fe".

Bertone apuntó que también hoy en nuestra época emerge una nueva frontera de científicos que sobre el legado de Galileo no renuncian ni a la razón ni a la fe, lo que de hecho las revaloriza en su "propia reciprocidad".

A través de Bertone el Papa Benedicto XVI bendijo a los participantes en el evento, entre ellos la academia de la Ciencia de China.

Los representantes chinos anunciaron que donarán a la Basílica de Santa María de los Ángeles una estatua de bronce de Galileo, obra de un famoso artista de su país.

El vicepresidente de la Duma rusa, Arthur Chilingarov, transmitió a los participantes la bendición de Cirilo I, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa.