La víctima falleció el pasado diciembre en la playa de Kuta, dos meses después de ser atacado por el can, y la autopsia confirmó que fue infectado con el virus.

Desde finales de 2008, unos 1.500 perros callejeros han sido sacrificados y 16 personas se hallan ingresadas en hospitales de Bali con síntomas de padecer la rabia.

Los veterinarios han vacunado a más de 37.000 mascotas y decenas de víctimas de mordeduras en las últimas semanas.

Aunque todavía se desconoce el origen de la epidemia, la oficina de turismo afirma que la situación está bajo control y que es seguro viajar a Bali, el mayor destino turístico de Indonesia.

Cada año, unas 50.000 personas mueren en todo el mundo a causa de la rabia, una infección vírica aguda que casi siempre es mortal si no se recibe atención médica inmediata y se transmite a través del mordisco de un animal portador, normalmente un perro.