Así, el etiquetado de los envases deberá llevar "de un modo legible y visible" indicaciones como la cantidad nominal (masa o volumen nominal) expresada, utilizando como unidades de medida el kilogramo o el gramo, el litro, el centilitro o el mililitro. La cantidad nominal irá seguida del símbolo de la unidad de medida o bien de su nombre, conforme a lo dispuesto legalmente.

Por otro lado, deberán contar con una inscripción que, de acuerdo con la legislación vigente, permita a los servicios de inspección competentes identificar al envasador, al responsable del envasado o al importador, establecidos en cada Comunidad Autónoma.

Por último, los envases que respondan a las modalidades de control estadístico de lotes establecidas en el Real Decreto pueden recibir el signo 'CE e', que certifica, bajo responsabilidad del envasador o del importador, que el envase cumple con las disposiciones del mismo.

De este modo, los ciudadanos podrán acceder a nuevas gamas de envases con ofrecerán mayores garantías e información que los convencionales. Por otro lado, la norma se adapta a la Directiva comunitaria y mantiene la obligación de informar del precio, incluyendo el IVA, por unidad de medida, para facilitar la comparación de los precios. El decreto excluye al vino y a las bebidas espirituosas, que cuentan con una legislación propia.

SATISFACCION DE LOS CONSUMIDORES

Tanto las asociaciones de consumidores y usuarios, como los sectores afectados, han mostrado su acuerdo con la normativa ya que el Real Decreto, propuesto por los Ministerios de Sanidad y Consumo, Industria, Turismo y Comercio, y Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, responde a las demandas de los envasadores --ante los cambios de preferencias de los consumidores-- e intenta dar respuesta a las innovaciones tecnológicas en los sistemas de envasado y presentación de productos.

El Real Decreto también flexibiliza los estándares fijados de cantidades para productos envasados dirigidos al consumidor final, por lo que ofrece más libertad a los fabricantes para suministrar los productos atendiendo a los gustos de los consumidores, mejorando de este modo la competencia en materia de calidad y precio de los productos.