Los últimos esfuerzos de las administraciones públicas para convencer a los jóvenes de que hay algo más que videojuegos, MP3 o internet se dirigen al fomento de lecturas que "les enganchen" y que ayuden a superar el esfuerzo mínimo que supone abrir las páginas de un libro.

El coordinador provincial del Plan de Lectura y Biblioteca de la Junta de Andalucía, José Antonio Ruiz, ha explicado a Efe que lo más apropiado para que los chavales se acerquen a la lectura es empezar por obras que les atraigan, ya que "comenzar con un clásico no deja de ser un error", y lecturas como 'La Celestina' o 'El Quijote' "deben ser el resultado de una experiencia lectora".

Otro de los elementos fundamentales que ayudan a crear hábitos de lectura en los más pequeños es la implicación directa de las familias y el ejemplo que se les da en los hogares, ya que "los niños funcionan con frecuencia por imitación" y, si ven a los padres leer, "muy probablemente ellos serán lectores".

En opinión del responsable de ediciones de la editorial Almuzara, David González, cada año en las estanterías de las bibliotecas aparecen nuevas historias, héroes y villanos aunque la esencia de los libros sigue siendo la misma porque "los gustos de los jóvenes no han cambiado con el tiempo".

Señala además que la fantasía es el género más vendido y cuando se habla de literatura juvenil, "es casi obligatoria" una referencia a la saga de Harry Potter, que es de los más vendidos de un género que los ingleses llaman "young-adult" (jóvenes-adultos);.

Al margen de la importancia de respetar el gusto de los más jóvenes, también a las familias hay que enseñarlas ya que, según explica la concejala de Educación e Infancia del Ayuntamiento de Córdoba, Elena Cortés, los padres deben conocer cuáles son los libros más acordes y "muchas veces no tienen conocimiento de qué se publica en literatura infantil y juvenil".

Cortés, quien recomienda a los padres que regalen libros, avala la cantidad de literatura infantil que existe actualmente y ha señalado que es bueno "que los chavales comiencen con un fenómeno de masas si eso posibilita que den el salto a otra clase de géneros".

Sobre este aspecto, José Antonio Ruiz afirma que la enseñanza de la lectura es algo tan "largo y complejo" que "ni siquiera los adultos terminamos de aprender a leer" por las infinitas posibilidades que ofrece el lenguaje, y que se nota en la escasa capacidad de comprensión de los niños en la lectura de textos.

El coordinador provincial del Plan de Lectura ha destacado que esa falta de comprensión afecta a todas las asignaturas, "y no sólo a Lengua y Literatura", como refleja el habitual fracaso en matemáticas "por no comprender los enunciados de los problemas".

Para fomentar el hábito lector, Ruiz apuesta por las bibliotecas de los centros escolares como "el lugar idóneo" para aprender a escoger y hacerlo en un espacio que debe ser "luminoso, agradable y que invite a estar y leer".

"Es un disparate que aún existan bibliotecas con vitrinas cerradas para resguardar los libros", así de contundente defiende este experto la apertura del conocimiento de lugares "especiales" que deben "estar bien dotados", no sólo para la literatura sino para cualquier temática relacionada con las materias escolares.