La responsabilidad social corporativa (RSC), lejos de ser una moda o una fórmula destinada a reforzar el recuerdo de marca de una entidad, es una realidad a la que grandes empresas dedican mucho de su tiempo y esfuerzo. Un despliegue de energía cuyo foco es devolver a la sociedad una parte de la rentabilidad obtenida, demostrar un compromiso de sostenibilidad, ayudar a quienes más lo necesitan gracias al voluntariado, programas para el fomento del consumo responsable, a la creación de culturas financieras, ayudas a emprendedores o microempresas? en definitiva a mejorar el entorno de manera visible.

Rosa Talló, de 27 años, había trabajado en varias empresas de hostelería pero quería montar su propio negocio y abrir una pastelería, "La Roseta", en el barrio de la Barceloneta. "Para cumplir mi ilusión, decidí dejar mi trabajo para empezar una aventura en mi propio negocio", comenta Rosa con una sonrisa en los labios. Un préstamo de MicroBank fue el empujón definitivo a un negocio que, un año después de su apertura, se ha convertido en un polo de atracción tanto para los barceloneses como para los turistas que acuden a las playas de la zona. Además, explica con orgullo que ha podido dar empleo a otras personas y ahora en "La Roseta" trabajan 3 empleados más. Rosa recuerda con especial cariño el día de la inauguración: "Cuando entró mi primera clienta, me puse tan contenta que la invité".

Microbank, el servicio de microcréditos de CaixaBank, concede los préstamos basándose en la confianza del solicitante y la viabilidad del proyecto presentado, y en ningún caso piden garantías materiales de ningún tipo (hipotecas, depósitos, valores, etc...). Y es que, conscientes de que sin la gente, las entidades financieras pierden su verdadera vocación, desde CaixaBank se están impulsando programas vinculados a líneas de actuación diferentes que van desde las políticas responsables, la diversidad, la incorporación de criterios medioambientales en el negocio, la política activa de vivienda, la inclusión financiera o el voluntariado.

Por ejemplo, en temas de vivienda, el Grupo "la Caixa" tiene el mayor parque de vivienda social privada del país, con más de 33.000 viviendas y un servicio de atención al cliente hipotecario que solo el año pasado recibió más de 31.000 llamadas.

En materia de educación financiera CaixaBank realiza unos programas de formación, entre ellos los de finanzas básicas para colectivos vulnerables, así como de finanzas y de macroeconomía para los accionistas de la entidad (programa Aula).

Y en cuanto a la estrategia para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los riesgos del cambio climático, este año la entidad ha revalidado su presencia en el índice Climate A list de CDP, al igual que, en una actividad de responsabilidad social más amplia, en el Dow Jones Sustainability Index (DJSI) o el índice Ethibel. Un compendio de iniciativas que ponen de manifiesto que el banco tiene incorporada la RSC en el día a día del negocio y en el proceso de toma de decisiones. CaixaBank colabora con Naciones Unidas en el despliegue de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por la ONU para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de la sociedad.

¿Políticas utópicas? No, mejoras sustanciales del entorno.