La expresidenta de las Cortes Valencianas, exconsellera de Turismo y exalcaldesa del PP en Novelda, Milagrosa Martínez, ha pasado su primera noche entre rejas después de que, en la mañana de ayer, ingresara en la cárcel de Villena para cumplir los nueve años de condena impuestos por el TSJ en la pieza del caso Gürtel relativa al pabellón valenciano en Fitur. Llegó a las once de la mañana acompañada únicamente por sus dos hijos, y antes de ser conducida al único Módulo de Mujeres de la prisión fue sometida a un examen médico y entrevistada por el educador y la trabajadora social.
La tranquilidad y entereza que demostró ha llevado al equipo técnico a no someterla al Programa de Prevención de Suicidios. Un protocolo que se aplica en función del estado anímico de la nueva reclusa y a través del cual una interna de confianza, llamada en el lenguaje penitenciario «sombra», vigila las 24 horas del día a la recién ingresada para evitar que pueda autolesionarse. En el caso de Milagrosa Martínez los funcionarios consultados ayer por este diario creen que va a tener una buena y rápida adaptación al régimen penitenciario. Algo que por otra parte, es bastante habitual entre los dirigentes políticos que acaban entre rejas.
La única medida especial que se ha aplicado a la exconsellera de Turismo es hacerla compartir celda con otra interna. Algo muy frecuente entre los reclusos «primarios» para facilitarles su integración a una vida carcelaria sujeta a rígidas normas. A partir de hoy la exalcaldesa de Novelda deberá acostumbrarse a permanecer 15 horas diarias en una pequeña celda con váter y ducha, donde podrá tener televisión -sin conexión a internet- si la compra con su propio dinero. Su familia le podrá ingresar en el peculio un máximo de 80 euros a la semana para gastar en productos de higiene y alimentación que se venden en los economatos que hay en cada módulo. Respecto a las visitas podrá comunicarse en los locutorios una vez a la semana, y también tendrá derecho a mantener cada mes dos sesiones vis a vis íntimas o familiares. En este caso la elección dependerá de ella.
Las celdas se abren a las 8 horas después del primer recuento de internos que se realiza todos los días a las 7.30 horas. Tras el desayuno podrá salir al patio o acudir a las actividades que solicite -escuela, talleres de trabajo o actividades deportivas y artísticas- y a las 13 horas la comida con un menú único salvo prescripción médica. Milagrosa comió ayer arroz, yogur y albaricoques. A las 14 horas regresará a la celda para el descanso y el nuevo recuento. A las 17 horas más actividades hasta que a las 19 horas acuda a cenar al comedor colectivo. Una hora más tarde volverá a la celda hasta que a las 22 horas se haga el último recuento. Y así discurrirá su día a día hasta que pueda disfrutar del primer permiso carcelario. Pero para ello tendrá que haber observado buena conducta y haber cumplido un mínimo de dos años y medio de condena. Algo que sabe bien porque ejerció como abogada penalista.
Precisamente el pabellón de mujeres de Villena está clasificado como Módulo de Educación y Respeto (MER) lo que implica unas condiciones de vida más «suaves» a cambio de que las internas cumplan unas estrictas normas de disciplina, limpieza, higiene, ausencia de adicciones y participación en las actividades socioculturales. Las fuentes penitenciarias consultadas también han indicado que en su primera toma de contacto con el resto de internas -hay 33 celdas por lo que puede haber un máximo de 66 mujeres- la exalcaldesa de Novelda ha sido acogida con «normalidad». Y ello a pesar de ser la «nueva» y despertar «curiosidad» por su relevancia social. De hecho, fue la segunda autoridad de la Comunidad Valenciana como presidenta de las Cortes entre los años 2007 y 2011.
