El caso Terra Mítica fue el primero de los macropocesos de corrupción que se juzgaron en València. La causa por el supuesto fraude en el parque temático alcanzó los 40.000 folios y 330 testigos, entre los que no estuvo el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana.

Los procesados estaban acusados de delitos contra la Hacienda Pública, estafa y falsificación en documento mercantil. La Audiencia de València condenó el 26 de abril de 2016 a dos exdirectivos de Terra Mítica y a 20 empresarios por la trama de facturas falsas en el parque temático a penas que sumaron un total de 305 años y cuatro meses de prisión, y multas que suman 71,2 millones de euros. Entre los condenados se encontraba el exjefe de contratación Justo Valverde, excuñado de Zaplana.

Una causa en la que el expresidente de la Generalitat siempre aparecía en la sombra, pero que nunca llegó a salpicarle directamente. Y ello a pesar de que dos de los empresarios imputados, Antonio Moreno Carpio y José Herrero, admitieron a los diputados socialistas José Camarasa y Antoni Such que el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana era uno de los comisionistas del parque temático de Benidorm y que las comisiones ilegales en el parque llegaban hasta los 3.000 millones de pesetas.

Ambos diputados grabaron las conversaciones en las que Moreno Carpio y Herrero confesaban el supuesto fraude en la construcción del parque y presentaron una denuncia en mayo de 2006 por estos hechos, que no prosperó judicialmente. Los empresarios admitieron que en una entrega de bolsas con dinero al empresario Vicente Conesa -condenado en la causa-, éste les dijo que todo no era para él, y que lo iba a repartir, entre otras personas, con Zaplana.