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La casa de Iglesias y Montero tensiona aún más a Podemos en la provincia

Enfado tras decidir los dos líderes morados someter a votación interna la adquisición de su nueva vivienda

Inscritos y simpatizantes de Podemos en un acto electoral en 2015 en Alicante. jose navarro

La última polémica en el seno de Podemos ha tensionado aún más al partido en la provincia de Alicante y en la Comunidad Valenciana. Las división de posturas se da entre cargos públicos tanto locales como autonómicos, entre los miembros del Consejo Ciudadano -lo que equivale a la dirección autonómica del partido- y entre las mismas bases de la formación. A un año de las elecciones municipales y autonómicas, en plena conformación de candidaturas para renovar las direcciones locales y en vísperas del pleno de las Cortes Valencianas, el debate por la adquisición de una vivienda de 600.00 euros por parte del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz del partido en el Congreso, Irene Montero, era ayer un hervidero.

Por un lado, están los que entienden que ha habido una injerencia en la intimidad de ambos políticos y que la consulta a las bases es un gesto que refuerza el funcionamiento del partido. Entre los cargos públicos que defiende la votación interna está la número uno al Congreso por Podemos, la diputada Rita Bosaho, que destacó que ha habido una «gran injerencia» en la intimidad de la pareja. Tildó de «gesto valiente» la decisión de ambos dirigentes de preguntar a todos los inscritos y subrayó que la votación es «coherente» al haber trascendido el debate más allá de lo privado y alcanzar lo político. En la misma línea se manifestó el secretario local de Alicante, Pascual Pérez, que consideró que sacar a Iglesias y a Montero de sus cargos sería «una barbaridad» a un año de elecciones y que las bases -con 4.700 inscritos en la capital alicantina- tienen que ir a votar. Pérez defendió el derecho a comprar una vivienda «de forma honrada, para vivir y no para especular y a pagar en 30 años» y consideró que este hecho no rompe el discurso de la formación.

El malestar en la mayoría de los cargos y militantes no se ha producido por la adquisición de la vivienda en sí, sino por la decisión de ambos dirigentes de someter a las bases su continuidad a partir de una cuestión personal. Este asunto ha dividido al Consejo Ciudadano autonómico y ayer se manifestó también en la ejecutiva, donde se escucharon voces a favor de la consulta y de movilizar a las bases y otras voces en contra, sin entrar demasiado en el fondo de la cuestión sobre la adquisición de la vivienda. En la ciudad de Alicante sí hay un sector reducido de las bases que aboga por hacer campaña en defensa de la dimisión de Iglesias y Montero por la compra del chalé.

Para el secretario general de Podemos en la Comunidad, Antonio Estañ, la consulta no era necesaria, pero dijo que la respeta, al tiempo que destacó el «acoso» al que están sometidos ambos dirigentes. Otros cargos públicos consultados no han querido dar su identidad para «no aumentar la atención a algo que no la tiene». «Tenemos muchas cosas importantes ahora mismo como para distraernos en esto», señaló un cargo autonómico. Por último, un sector de las bases en Alicante considera que Iglesias y Montero se han «excedido» en su actuación por «falta de oportunidad política» y se abstendrá en la votación interna, según fuentes de Podemos en Alicante.

El jefe del Consell, Ximo Puig, sostuvo que cada uno «debe administrar cómo mejor crea su coherencia». El alcalde de València, Joan Ribó (Compromís) dijo por su parte que la gente de izquierdas debe intentar ser «coherencia con lo que dice y lo que hace».

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