El suplente de Miguel Zaragoza en la Diputación de Alicante asumirá todas las competencias de su predecesor. Ni una sola área se ha dejado el presidente de la institución, César Sánchez, para otro miembro de su equipo de gobierno con tal de mantener el ritmo y evitar largas puestas a punto en la asunción de nuevas materias a un año de expirar su mandato. El actual asesor de Sánchez, Joaquín Lucas, presidente a su vez del PP de Catral, llevará las competencias íntegras de Zaragoza tras su dimisión el 23 de mayo, para lo que el presidente ha convocado un pleno extraordinario.

Zaragoza, investigado por supuestas irregularidades en una clínica de Gran Alacant durante su gestión como alcalde de Santa Pola, ha presentado el escrito en la Diputación por el que anuncia su dimisión formal como diputado provincial con efectos desde el día 23. A partir de ahí, se abrirá el proceso para que Lucars ocupa su puesto y tome posesión de su cargo en el pleno ordinario de junio.

La opción más rápida, más sencilla y que menos fricciones generaba en el ritmo gubernamental era la de otorgar a Lucas las competencias de Miguel Zaragoza. Sin embargo, como publicó este diario, había serias dudas en Presidencia sobre si dar una de las áreas que más presupuesto maneja, -más de 29 millones y medio de euros, el segundo presupuesto más grande de la institución provincial después del destinado al área de Emergencias que dirige Jaime Lloret- al diputado nuevo. Bienestar Social es un área compleja. Tras anunciar Zaragoza que se marchaba y poner su cargo a disposición del partido, César Sánchez planteó una primera fórmula que pasaba por Adrián Ballester, según ha podido saber este diario a través de fuentes del Palacio Provincial. La marcha de Zaragoza provocaba un mal mayor para el PP en la institución alicantina. Su sustituto natural era el ya exalcalde de San Fulgencio, Carlos Ramírez, expulsado de las filas del PP e inhabilitado ocho años por un juez para ejercer cargo público, lo que le obligaba a dimitir y dejar su cargo.

Pero no lo hizo y los populares se encontraron con que si Zaragoza se iba entraría Ramírez y perdería la mayoría que consigue el PP en el hemiciclo provincial gracias al voto del tránsfuga,Fernando Sepulcre. En ese caso, Zaragoza entregaría sus competencias sin renunciar al escaño, y es ahí donde Sánchez quiso reforzar a Ballester otorgándole Biestar Social y a quien ahora Sánchez quiere darle un papel más político. Tras forzar la oposición en San Fulgencio la renuncia del alcalde Joaquín Lucas -el segundo suplente por la comarca- será el diputado provincial.

A un año del fin del mandato Sánchez ha decidido que Lucas asuma las competencias de Zaragoza antes de tocar otras áreas. No hay mucho tiempo. Con las elecciones municipales viniendo de cara, el presidente no hará finalmente cambios profundos. Eso sí. Dará peso político a Ballester, vicepresidente quinto de la Diputación, mientras que su vicepresidente cuarto y diputado de Economía y Presidencia, Carlos Castillo, se encargará de estrechar los lazos con el Ayuntamiento de Alicante. Todo un encaje de piezas para reforzar la imagen de la Diputación y poner a funcionar elel eje alicantino contra el Consell.