La tramitación de la nueva ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad del Consell va a forzar la reapertura del debate sobre la tasa turística en la Comunidad Valenciana con su impacto sobre el modelo del sector. Las enmiendas presentadas por el grupo Podemos en las Cortes Valencianas recogen la petición de los trámites necesarios que permitan a residentes, visitantes y agentes turísticos «contribuir» a la sostenibilidad del turismo, una contribución a la que los morados se refieren esta vez sin hablar de tasa, ni impuesto ni tramos de aplicación en función del alojamiento después de que el PSPV rechazara la aplicación de un gravamen al sector en el último debate.

Los morados elevaron la presión al Consell en los últimos presupuestos autonómicos. Podemos lanzó su postura sobre la aplicación de una tasa, defendió que era positiva para la Comunidad Valenciana y cuestionó el actual modelo desde su vertiente económica, laboral y medio ambiental. La polémica por la tasa turística llegó a dividir incluso a los socialistas y a los propios socios del Botànic. Cargos de Compromís, como la secretaria autonómica de Hacienda Clara Ferrando, se mostraron cercanos a Podemos en este asunto, mientras que voces como la del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, se negaron en redondo a implantar una tasa turística en la Comunidad.

El grupo liderado por Antonio Estañ tensó el debate, pero lo aplacó primando otras exigencias al Consell para apretarle las tuercas en la negociación por las cuentas de 2018 . El debate sobre la tasa turística se diluyó tras el visto bueno al presupuesto, pero las enmiendas registradas esta semana por Podemos y aprobadas en comisión no dejan lugar a dudas de que los morados siguen defendiendo el gravamen, aunque para lograr los mecanismos que permitan empezar a poner en marcha la tasa turística han tenido que obviar la palabra como tal, hablar de «contribución» de los distintos agentes y evitar concretar cómo se aplicaría ésta y con qué precios. Un brindis al sol para algunos y una victoria moral para los morados, que ven recogidos en la nueva normativa los seis ejes centrales de su argumentario a favor de la tasa turística.

Entre las 57 enmiendas a la ley, Podemos incluye una para añadir al artículo 22 un nuevo apartado que establece la puesta en marcha de «estrategias que garanticen la sostenibilidad turística», que afectarían a los distintos agentes con el fin de «contribuir» a seis puntos principales: la mejora de los servicios, las infraestructuras, el impulso de las buenas prácticas laborales y la lucha contra la precariedad; la lucha contra el intrusismo y el fraude en el sector; la promoción del medio ambiente; la gestión de residuos y la promoción turística en el marco de una política de desestabilización del turismo. Todo el compendio de argumentos con los que Podemos se cargó para pedir la aplicación de la tasa durante las semanas previas a la aprobación de los presupuestos y una exigencia que les llevó a tensar al Botànic junto con sus propuesta para ampliar el parque viviendas sociales y el fin de los barracones. Con la inclusión de los citados mecanismos, Podemos ya prepara la reapertura de este debate.