El Tribunal Supremo ratificó ayer punto por punto la primera sentencia y condenas sobre la trama Gürtel dictada el 8 de febrero de 2017 por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). Ninguno de los argumentos esgrimidos por los once acusados (inicialmente eran trece pero dos resultaron absueltos) han sido admitidos por el alto tribunal, por lo que los cabecillas de la Gürtel seguirán en la cárcel (Francisco Correa, Álvaro Pérez y Pablo Crespo).

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Y la exconsellera de Turismo y expresidenta de las Cortes Valencianas, Milagrosa Martínez, se convertirá en breve en la segunda «honorable» del Consell de Francisco Camps en ingresar en prisión, como ya hizo Rafael Blasco el 15 de junio de 2015 para cumplir seis años y medio de cárcel por el desvío de las ayudas a la Cooperación.

Además del espaldarazo a la sentencia dictada por Pilar de la Oliva, Antonio Ferrer y Juan Climent, de la que no modifican ni una coma, la sentencia del Supremo conocida ayer también supone un aval rotundo a la investigación realizada por la Unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) y la Fiscalía Anticorrupción en la trama Gürtel, que los acusados habían intentado socavar de raíz con sus recursos.

Ha sido un intento en vano, porque el Supremo valida la complicada instrucción, iniciada por el juez Baltasar Garzón, apartado de la judicatura por intervenir las conversaciones de varios acusados con sus abogados en la cárcel, finalizada por el magistrado Pablo Ruz y continuada en una decena de piezas en los TSJ de Madrid y València.

Sobre los hechos analizados en la primera sentencia sobre la trama Gürtel, los magistrados del Supremo que han dictado la sentencia [Andrés Martínez Arrieta (ponente), Miguel Colmenero Menéndez de Luarca, Juan Ramón Berdugo, Andrés Palomo y Pablo Llarena)] consideran probado que los cabecillas de la trama Gürtel se introdujeron en la Generalitat «hasta el punto que se había producido un «desembarco, una sustitución de la administración por las empresas» del «Grupo Francisco Correa». La trama se incrustó así en la Generalitat para «tomar una unidad administrativa de la Conselleria de Turismo, que se realiza desde las fluidas relaciones personales de amistad de Correa, Crespo y Pérez con la consellera y los funcionarios» del departamento de Turismo.

Hasta tal punto se produjo una simbiosis entre la trama Gürtel y la Conselleria de Turismo que el tribunal considera que «la contratación era una mera pantomima que cubría formalmente las exigencias legales de la contratación pública, mera apariencia». De hecho, la trama Gürtel «confeccionaba y redactaba contratos, realizaba los planos y diseñaba los criterios de valoración, que la administración aceptaba»aseguran.

Gracias a estas artimañas, la trama Gürtel logró 5.696.428,33 euros en contratos para montar los stands de las ferias de Fitur y otros eventos turísticos, de los que logró unos beneficios de 1,9 millones de euros. Unas ganancias que no debieron parecerles suficientes ya que el Supremo confirma que cobraron 276.812,68 euros indebidamente por sobrecostes y duplicidades en facturas hinchadas por la trama, cantidad que ahora deberán volver a la Generalitat.

El Supremo también ratifica el cohecho cometido por la exconsellera Milagrosa Martínez al admitir el reloj Hublot, valorado en 2.400 euros, que recibió como regalo de Álvaro Pérez El Bigotes.