Simbolizó siempre Mauthausen, con la rotundidad de su fonética, una de las cimas de los horrores de la historia de la humanidad: el campo de concentración donde mayor número de ciudadanos españoles y también de la Comunidad Valenciana cayeron víctimas del exterminio nazi. Justo ahora que se cumplen 73 años de la liberación de sus prisioneros, el campo de Mauthausen-Gusen recibió ayer por primera vez la visita de un presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien se ha empeñado en que no se trate sólo de un viaje. Que haya algo de más calado proyectado hacia el futuro. Por eso, ayer, Puig anunció que el Consell impulsará 'Piedras por la Memoria', una iniciativa para recordar a los valencianos y alicantinos exterminados en los campos de concentración.

El proyecto consistirá en la instalación de adoquines en las ciudades o recintos del horror como éste donde los ciudadanos de la Comunidad fueron asesinados, en un empeño que se sumará además a un proyecto internacional, liderado en este caso por un artista alemán.

Puig está en Austria junto a la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, para asistir a los actos de conmemoración del 73 aniversario de la liberación del campo de Mauthausen-Gusen por parte del ejército estadounidense el 5 de mayo de 1945.

El presidente explicó que estos actos son una cuestión de recuperación de la memoria histórica para que no vuelvan a pasar en el futuro: «Supone una gran emoción poder participar en un acto de reparación, en un acto de justicia porqué aquí millones de personas murieron asesinadas por una terrible acción del fascismo», dijo.

Puig encabeza la expedición conformada por 35 estudiantes de primero de Bachillerato de varios institutos del territorio autonómico entre los que se encuentra el Enric Valor de Pego.