El nuevo alcalde de Alicante, Luis Barcala, el primero en intervenir en el mitin de ayer celebrado en el ADDA, pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «el apoyo de todos» y le anticipó que le va a llamar mucho. «Es mi obligación. Te llamaré mucho y pediré ayuda para Alicante. Llamaré a los ministros. Y no te engañaré. Puedo llegar a ser muy, muy pesado, porque voy a pedir todo lo que sea necesario a València, pero también, con todo el respeto, a Madrid», zanjó el primer edil en una parte del discurso que gustó especialmente a cargos del PP.

Su intervención anticipó la pugna que se colará desde ya en la carrera hacia 2019, en la que los populares buscarán contraponer las «bondades» del gobierno del PP frente al Consell del Botànic, una de las principales dianas políticas del PP y hacia donde ponen sus miras con el «discurso de la Reconquista», al que ayer volvió a referirse Isabel Bonig. En este sentido, Barcala señaló que va a pedir a Ximo Puig que «espabile», que termine el túnel de la Serra Grosa y que invierta en Alicante lo mismo que en Valencia.

El alcalde alicantino subrayó que la ciudad había vuelto a la «razón» con la recuperación del gobierno por parte de su partido. Destacó las disputas internas y los «rocambolescos» casos de espionaje en el Ayuntamiento de Alicante en los últimos tres años, así como la «falta de gestión». Y ahí centró también parte de su momento de gloria. En «gestionar» y «hacer» aunque sean «cosas pequeñas», porque en un año, como viene diciendo Luis Barcala desde que asumió la vara de mando, no se pueden hacer milagros.