La directora general de À Punt, Empar Marco (Godella, 1959) no cree en aquello de que segundas partes nunca fueron buenas, aunque jamás piensa en la desaparecida Canal 9, dice. Ahora que las emisiones en pruebas han comenzado empieza a ver el final de un trayecto más lento y difícil de lo que esperaba. En todo caso, Marco fija distancias con la anterior radiotelevisión pública valenciana y garantiza que el nuevo ente no recibirá consignas del Consell del Botànic, al tiempo que empeña su compromiso de que las emisiones definitivas comiencen antes del verano.
«La línea editorial de À Punt la marca el libro de estilo, la independencia y el pluralismo. Estoy segura de que ni Ximo Puig, ni Mónica Oltra, ni nadie de sus equipos llamarán para darnos indicaciones. Si pasa, se contestará amablemente y con respeto y se explicará la situación, si es que ha de explicarse», asegura Marco en declaraciones a este diario, coincidiendo con el inicio de las emisiones en pruebas de la nueva televisión, casi dos años después de su ley de creación.
En la misma línea, la directora general, que tras pasar por Canal 9 encontró acomodo en TV3, niega cualquier identificación de À Punt con Compromís: «Es absurdo. No es telecompromís, es televalencians. Cada uno hace las interpretaciones que quiere y los partidos políticos tienen sus intereses electorales, pero no es la realidad».
Asimismo, Marco rechaza la tesis de que la nueva televisión valenciana pueda fomentar el separatismo, a imagen y semejanza del concepto que una parte de la sociedad tiene de la catalana TV3. «No tiene sentido. Estamos haciendo una radio y una televisión públicas enraizadas en la realidad valenciana, que es bien distinta [a la catalana]. Lo que pedimos a los trabajadores es que sean periodistas, no adoctrinadores. Y eso se demuestra haciendo camino. Lo harán, porque son profesionales. Ya está en marcha la programación radiofónica y se irá viendo».
Es más, descarta de plano que la televisión catalana haya ayudado a fomentar el secesionismo y mantiene que es de las mejores de España y el medio autonómico con el que más se identifica.
Frente al programa de cotilleo «Tómbola», que fue el programa de referencia de la antigua RTVV, la directora de À Punt apuesta por buscar nuevos referentes «y ver qué le gusta al público», pero tiene claro que sus preferencias pasan por la cultura: «Me emociona cuando se hace un programa de literatura en la radio y provoca el revuelo en las redes sociales. Como cuando llamamos a los institutos para participar en un concurso de poesía y se convirtió en trending topic».
Marco admite que la puesta en marcha de la nueva televisión ha sido más costosa de lo esperado. «Las cuestiones administrativas fueron duras al principio porque había que montar una empresa en el entramado de la administración pública. Luego llegó la parte técnica con la licitación de toda la tecnología nueva, y todo ello con un grupo muy reducido de personas trabajando. Después fueron las comisiones de valoración para incorporar al personal a las bolsas, mientras se trabajaba al tiempo en los contenidos. Ahora hay ya 32 programas en marcha y eso estimula porque ves cómo se va completando la parrilla».
