n Presidencia de la Generalitat notificó a primera hora de ayer a Compromís, su «contraparte» en el gobierno autonómico, que iba a incluir en el pleno de esa misma mañana la designación de la alcoyana Zulima Pérez Seguí como nueva subsecretaria de Hacienda. Era un puesto vacante desde el 23 de marzo, cuando Eva Martínez, que ocupaba el cargo, fue nombrada directora general de Presupuestos. Pérez Seguí era hasta ahora la secretaria autonómica de Transparencia, el principal contrapeso socialista en la conselleria que comanda Manuel Alcaraz en virtud del mestizaje del Botànic.

Ni la vicepresidenta Mónica Oltra ni el propio Alcaraz sabían nada hasta ayer mismo del cambio de destino de Pérez, que fue concejal en Alcoy. No sentó demasiado bien. «Cuestión de elegancia simplemente», señalaban fuentes de la coalición, porque la designación competía al socio socialista, admitían. La tensión de la primera hora se fue relajando, no obstante. Al principio, en el equipo de Manuel Alcaraz llegó a escucharse incluso la idea de replicar con una designación por su cuenta de la secretaría autonómica de Transparencia. Algo impensable, apuntaban después en Compromís, porque el puesto corresponde al PSPV. «Sí que esperamos que la persona elegida la consulten antes o, al menos, se la comuniquen a Alcaraz. Por cortesía», comentaban fuentes de la formación valencianista.

La dirección del PSPV quitaba trascendencia al roce, sin embargo, y recordaba que también Compromís ha avisado de nombramientos de altos cargos en el último momento. La elección de Zulima Pérez es atribuible al jefe del Consell, Ximo Puig, después de consultar con Vicent Soler. La nueva subsecretaria es persona de la total confianza del president y sus colaboradores más cercanos. Aunque el paso de una secretaría autonómica a una subsecretaría pueda parecer a simple vista un retroceso, la de Hacienda es una pieza clave en el engranaje de la Generalitat. Por sus manos pasará la aplicación financiera de todas las decisiones del Consell.

Ximo Puig ha querido dotar al puesto de un perfil más político y no solo técnico. La subsecretaría de Hacienda es plaza difícil, pero se ofrece también como puesto de confianza y de proyección para el futuro. Zulima Pérez, profesora de Derecho Constitucional, además de la competencia académica mantiene buena relación con Soler y la cúpula de Hacienda.