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La Alcaldía de Alicante refuerza la estrategia del PP

Rajoy retorna el 5 de mayo para apoyar a Barcala después de tres años sin pisar la capital

La Alcaldía de Alicante refuerza la estrategia del PP

El acceso a la Alcaldía de Alicante se ha convertido en una oportunidad que el PP está dispuesto a intentar aprovechar para reactivar su mensaje de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2019. Una cita en la que los populares tienen una doble batalla: la lucha por el liderazgo de la derecha en pugna con Ciudadanos y sumar más que el bloque de izquierdas que conforman los socialistas, Compromís y Podemos. La llegada de Luis Barcala al gobierno de la capital, inesperada para la cúpula del PP, les concede una plataforma más para cuadrar ese proyecto alternativo en la Comunidad que tiene concentrados sus principales activos en la provincia: la Diputación y ahora el consistorio alicantino. «En la provincia de Alicante empieza la reconquista», es el mensaje que ha puesto ya encima de la mesa Isabel Bonig, necesitada de darle la vuelta a las encuestas que, por ahora, le dejan lejos del Palau de la Generalitat.

El mandato de Luis Barcala, pese a la dificultad -así lo reconocen en las filas del PP- que supone gobernar por un periodo de apenas un año y en clara minoría en el pleno municipal, refuerza toda esa estrategia que sitúa a la provincia en su conjunto en el centro de la escena. Mariano Rajoy estará el próximo sábado 5 de mayo en la capital para respaldar al nuevo equipo municipal. No es un tema menor. Es la tercera visita del presidente del Gobierno a la provincia en lo que va de 2018 después de las que ya realizó al aeropuerto para anunciar una lluvia de inversiones y también a Elche en un encuentro con empresarios autónomos, uno de los sectores en los que Ciudadanos le disputa la hegemonía al PP.

Pero la visita a la capital tras el cambio de alcalde -Rajoy felicitó personalmente a Barcala con un mensaje firmado en Twitter- tiene un significado, si cabe, aún más simbólico. Desde abril de 2015, hace ahora tres años durante la precampaña de las municipales, el presidente del Gobierno estaba ausente de Alicante. Ni la situación interna del PP ni tampoco el mandato de la izquierda aconsejaban un viaje de Rajoy. La decisión de Génova cogió ayer por sorpresa a la cúpula popular que apuesta por un acto de gran asistencia aunque tendrá que «cuadrarlo» con el congreso regional de Nuevas Generaciones que se celebra ese fin de semana en San Vicente y, además, con la elección de la Bellea del Foc que se celebra ese mismo 5 de mayo como gran escaparate festero para Barcala.

Así que es casi seguro que la convocatoria tendrá que organizarse el sábado por la mañana y no se descarta, al menos en círculos populares así se consideraba, que Rajoy realice algún anuncio de calado para el Ayuntamiento de Alicante relacionado, quizá, con alguna medida relacionada con el final de las medidas de control financiero y económico decretadas desde Madrid para «monitorizar» la gestión municipal. Pero el impacto de la «victoria» en Alicante, como así lo definen dirigentes del PP, tiene repercusión en el conjunto de la provincia. Aunque la nominación oficial se pueda realizar después, la cúpula popular va a ir poco a poco designando candidatos municipales a un año de las elecciones. La visita de Rajoy supone, de facto, ratificar a Luis Barcala. La dirección regional -responsable de las alcaldías de más de 20.000 habitantes- ya ha designado a Pablo Ruz en Elche, Rosa Cardona en Xàbia y esta semana lo hará con María Mut en Dénia. Y la ejecutiva provincial -responsable en municipios medios y pequeños- ha iniciado los nombramientos por la Vega Baja en Cox, a la que seguirán otras designaciones de inmediato. El PP pisa el acelerador camino de 2019.

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