Ximo Puig y Fernando López Miras -sustituto mediada la legislatura del imputado Pedro Antonio Sánchez- firmaron ayer en Alicante un acuerdo en materia de financiación, recursos hídricos e infraestructuras. El nuevo sistema de reparto de fondos del Estado «debe nacer sobre la base de acuerdo» entre los territorios y los partidos políticos para «acabar con injusticia de anteriores modelos» y teniendo en cuenta «que haya una actuación sobre la deuda», explicó Puig. En palabras del presidente murciano, ambas comunidades están «discriminadas» desde 2009, año desde el que se «sufre la injusticia de este sistema de financiación». López Miras, muy duro con la situación a pesar de su militancia en el PP, sostuvo que este «maltrato a los valencianos y murcianos debe corregirse basado en un acuerdo mayoritario», una situación en la que también incidió Puig.

El agua es la segunda materia que más tiempo ocupó durante la cumbre entre Puig y López Miras, materia en la que el presidente valenciano recordó que estas dos autonomías «no despilfarran» y sí piden «un esfuerzo en infraestructuras y solidaridad entre comunidades para una calidad del agua que no pare el desarrollo». En este asunto, el presidente murciano apeló a negociar un Pacto Nacional del Agua basado en la solidaridad. «Hoy en España hay agua suficiente para abastecer a todos los españoles: para beber, para las industrias y los cultivos. Pero está mal distribuida».

Las deficiencias en infraestructuras fue el tercer gran asunto de la agenda con la demanda especial del Corredor Mediterráneo con el argumento de que de él depende la competitividad de sus economías. «Es una infraestructura capital para el crecimiento de todo el país y para articular el Mediterráneo», sostuvo Ximo Puig, en plena sintonía con la posición de su homólogo murciano.