Cataluña, las pensiones y los presupuestos del Estado se han hecho con el control de la agenda política en las últimas semanas. La financiación autonómica y el modelo territorial, claves en el discurso del Consell de esta legislatura, se han visto relegadas a un segundo plano. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pretende utilizar la entrevista que mantendrá en los próximos días con su homólogo murciano, Fernando López Miras (PP), para recordar al Gobierno central la importancia de solucionar el reparto de fondos entre las comunidades.

Puig tiene previsto reunirse con el presidente de Murcia el próximo martes en la sede de la delegación del Consell en Alicante. El déficit hídrico y el corredor mediterráneo estarán encima de la mesa, pero el tema central será la financiación autonómica. Ambas autonomías son dos de las principales damnificadas del modelo actual, vigente desde 2009 y heredado del de 2002, que tampoco favorecía las condiciones socioeconómicas de estos territorios.

El objetivo es que de la reunión pueda surgir algún documento conjunto.

Presidencia rechaza hablar de frentes: fuentes del entorno de Puig insisten en que la propuesta valenciana de nuevo sistema está pensada para toda España. Sin embargo, la cumbre con López Miras (preparada desde hace semanas) será un contrapunto a los encuentros que en los últimos tiempos han mantenido presidentes autonómicos del norte de España. Los de Galicia, Asturias, Castilla y León y Aragón firmaron una declaración en enero pasado para reivindicar ante Madrid su posición en el debate de la nueva financiación autonómica.

La cita entre Puig y López Miras se busca que tenga una potencia equivalente de cara a Moncloa y la ciudadanía, ya que se trata (como en el bloque del norte o de la «España vacía») de mandatarios de gobiernos de distinto signo político.

La Comunidad Valenciana y Murcia comparten que están a la cola en el reparto de la financiación autonómica. Según datos de Fedea (el laboratorio económico próximo al Ministerio de Hacienda), la C. Valenciana es la que está más alejada del promedio por habitante (a 7,5 puntos) y Murcia es la siguiente peor tratada (a cinco puntos). Las complicidades, por tanto, en este asunto son muchas. Más allá de la orientación política de cada ejecutivo.

Presidencia también quiere aprovechar el encuentro para hacer ver los vaivenes del Gobierno de Mariano Rajoy en la financiación autonómica. Uno de los argumentos esgrimidos por Moncloa para retrasar el nuevo modelo fue que había que esperar a que hubiera presupuestos del Estado. Estos no contemplan previsión alguna de cara a un nuevo sistema, que se prevé que ha de pasar por una mayor dotación de recursos a las comunidades. En todo caso, el Consell intenta que el debate no quede relegado en la agenda política española. Más allá de la actuación del Palau, está por ver si patronal, sindicatos y partidos mantienen la movilización social sobre este asunto.