El lastre que arrastra la Comunidad Valenciana por la falta de financiación ha puesto a esta autonomía en un nivel de deuda récord y alcanza ya los 46.187 millones de euros en 2017. El agujero de la Comunidad es el segundo en números absolutos de todo el país, solo por detrás de Cataluña.

La conselleria de Hacienda valoró ayer que la deuda de la Comunidad Valenciana en 2017 aumenta «a un ritmo inferior al del conjunto de las comunidades autónomas» al hacerlo un 3,41%, por debajo del 4,01% del conjunto de las autonomías. Asimismo, ha destacado que baje en dos décimas el peso que representa sobre la riqueza generada (PIB) al pasar del 42,7% de 2016 al 42,5% de 2017. Así lo señaló el departamento que dirige Vicent Soler en un comunicado, en el que ha indicó que estas cifras, dadas a conocer por el Banco de España, apuntan a que el volumen de préstamos alcanza los 46.187 millones de euros al cierre de 2017.

El aumento anual de 1.524 millones es el menor desde 2007 y es achacable íntegramente a la dependencia de la Generalitat del FLA, al no haber aprobado el Gobierno central un nuevo sistema de financiación que otorgue a los valencianos los mismos ingresos que al conjunto de las comunidades, según subrayaron ayer fuentes de la Conselleria. En este sentido, Hacienda explica que el incremento de 1.524 millones se explica básicamente por el FLA 2017, que sumó 1.582 millones, de los que 659 millones corresponden al déficit autorizado del ejercicio (el 0,6% del PIB) y otros 832 millones, a la desviación del objetivo de déficit de 2016, «derivado de no contar con una financiación justa».

A este montante habría que añadir los 91 millones de las liquidaciones negativas de 2008 y 2009, y los 71 millones del FLA 2016 (por el exceso de déficit de 2015). En el cómputo, hay otros ajustes menores, hasta fijar la cuantía definitiva en los 1.524 millones.

A fecha 31 de diciembre de 2017, de los 46.187 millones de euros a que asciende la deuda valenciana, un total de 37.131 millones (el 80,4%) son préstamos del Estado a través del FLA, lo que supone «una dependencia que deriva de la inacción del Gobierno central a la hora de solucionar la grave insuficiencia de recursos de la Comunidad Valenciana para atender los servicios públicos fundamentales mediante la reforma del modelo de financiación caducado desde 2014, tal como se comprometió para antes de finalizar 2017», según indicaron desde Hacienda.

El Consell reclama al Gobierno central la compensación de la deuda generada por «la infrafinanciación crónica» como vía para «garantizar la sostenibilidad y viabilidad financiera de la Generalitat». Para la Conselleria, en cualquier caso, cerca de la mitad de la deuda registrada en esta legislatura (2.589 millones, el 42,3%) se corresponde con las desviaciones de déficit y operaciones imputables a la etapa del anterior Consell, según sostuvo el área autonómica de Hacienda.